Los 1.200 vecinos censados de Navalmanzano disfrutaron ayer del primer día con agua del grifo apta para beber y cocinar. Después de cuatro años de dependencia del reparto de agua mineral cada quince días al mes, la localidad vive con normalidad la posibilidad de beber agua del grifo, “un bien de todos”, como afirmaba ayer el alcalde de la localidad, Pablo Torrego (PSOE). Éste último explicaba a esta Redacción que el martes recibió en el Ayuntamiento el último informe que establecía que el agua de Navalmanzano ya no contiene arsénico. “La verdad —comentaba el regidor— es que todo el mundo está muy contento, porque ya no tenemos esa dependencia de ir cada quince días al raparto de agua, cuando es un bien de todos, que deberíamos tenerlo. Luego ya está en gustos lo que cada uno quiera beber”.
El nuevo sistema de abastecimiento conlleva unos costes, que obligarán al Ayuntamiento a incrementar la tasa de agua. En este sentido, Pablo Torrego declaraba que el Consistorio estudia subir la tasa de agua, para poder mantener la infraestructura. “Somos reticentes porque en los tiempos que estamos viviendo, no es conveniente tensar tanto la cuerda, pero es que no queda otro remedio”. En la actualidad, la tasa de agua en Navalmanzano asciende a 0,30 céntimos de euro el metro cúbico, y el municipio deberá abonar a la adjudicataria que gestiona el abastecimiento de agua 0,27 por metro cúbico. “En los próximos días haremos los cálculos para ver si podemos mantener la tasa del agua o hay que subirla”, aseguró el alcalde de Navalmanzano.