Rosa, no te olvidaremos». Estas cuatro palabras escritas en una modesta pancarta resumen certeramente el sentimiento común de los vecinos de La Higuera, que ayer mostraron su afecto a la que fue su convecina durante 12 años en la concentración celebrada ayer, y que reunió a cerca de un centenar de personas en la Plaza del Parque, a muy pocos metros de la residencia en la que vivió en el pueblo.
Después de la misa de 11, unos pocos minutos después de las 11, 30, cerca de un centenar de vecinos se reunieron en la plaza situada junto a la iglesia en torno a la citada pancarta respondiendo así a la convocatoria de la pequeña entidad local vinculada al ayuntamiento de Espirdo. En nombre de todos ellos, el concejal José Antonio García dio lectura a un breve manifiesto en el que expresó la intención del pueblo de «recordar a nuestra vecina Rosa y mostrar nuestro cariño y respeto hacia ella y su familia».
«Toda pérdida causa dolor, pero de la forma que le ha sido arrebatada la vida a Rosa parte el corazón a cualquiera -asegura el manifiesto-. Estamos indignados y consternados, nadie puede encontrar un porqué».
En el último párrafo leído por el edil de La Higuera, los vecinos expresan su deseo de que la Justicia «actúe de forma contundente y que sobre los culpables caiga todo el peso de la ley».
Tras la lectura del manifiesto, los vecinos mantuvieron dos minutos de silencio en memoria de Rosa de Andrés, y el acto concluyó con un prolongado aplauso en su honor.
Antes de concluir el acto, Lourdes Arribas, tía de la fallecida, se dirigió a los vecinos para agradecerles su solidaridad, en el momento de mayor carga emotiva de la jornada, ya que algunos vecinos expresaron de forma vehemente su indignación por este hecho y exigieron responsabilidades.
Arribas, en declaraciones a los periodistas, manifestó el deseo de la familia de que este hecho «no quede impune», y aseguró que todos «estamos muy tristes por la forma en la que se ha producido todo». Asimismo, señaló que «Rosita» -como era conocida en el pueblo- era «majísima, inteligente, muy trabajadora y muy buena persona» y aseguró que sus padres «están muy mal, muy tristes y deseando de que les entreguen el cuerpo para que todo esto termine de una vez».
La tía señaló que durante todo el proceso de la investigación hasta que fue encontrado el cadáver la familia «ha sufrido mucho», aunque ella reconoció que sospechaba desde el día que se enteró de su desaparición sobre el infortunado final de su sobrina. «Yo he rezado mucho para que apareciera el cadáver, porque desde el primer día pensaba que le habían matado -explicó- pero con la esperanza de que pudiera equivocarme y apareciera con vida».
Por su parte, la alcaldesa María Cuesta señaló la «consternación» del pueblo por este trágico suceso y expresó su confianza en que este hecho «no vuelva a producirse», así como el testimonio de «afecto y cariño» hacia los familiares de una mujer que estuvo muy vinculada al pueblo a través de su trabajo en la Asociación Cultural y siempre preocupada por sus convecinos.
En la puerta del garaje de la vivienda de Rosa de Andrés, aparecieron ayer dos pequeñas pancartas anónimas y escritas a mano en la que se criticaba la actuación de la Guardia Civil y del ayuntamiento del pueblo, de las que fueron informados los agentes de la Guardia Civil que asistieron ayer a la concentración.
