Primero fue Gabriel Urralburu por la trama navarra del caso Roldán, después le siguieron el cántabro Juan Hormaechea por malversación y prevaricación y, luego, el aragonés José Marco por el caso del sillón. Ayer, el balear Jaume Matas se unió a la lista y se convirtió en el cuarto presidente autonómico condenado por los tribunales. La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca castigó al exdirigente balear y exministro del PP a seis años de cárcel y a nueve y medio de inhabilitación en el marco de la primera pieza del caso Palma Arena.
Los magistrados consideran probado cómo el político intervino en la contratación irregular por parte del Ejecutivo autonómico del articulista Antonio Alemany para la redacción de sus discursos. Unos hechos por los que Matas se enfrentaba a un delito de fraude a la Administración; uno continuado de falsedad en documento oficial; otro de falsedad en texto mercantil; uno de prevaricación en concurso con un delito de malversación y un último de tráfico de influencias agravado. Así, la Audiencia le condenó a cinco años, tres meses y un día de prisión por los cinco primeros ilícitos penales y a otros nueve meses por la sexta infracción probada.
Se trata de una pena dos años y medio inferior a la que pedía la Fiscalía Anticorrupción, que por el momento debe analizar la sentencia para estudiar si solicita la celebración de una vista en la que reclamen medidas cautelares para el imputado a tenor de la elevada condena que pesa sobre él.
Al mismo tiempo, el tribunal condenó a tres años y nueve meses de prisión a Alemany; a uno y medio de cárcel al exdirector general de Comunicación Joan Martorell; y a un año, un mes y 15 días de prisión al director de la agencia de comunicación Nimbus, Miquel Romero. Por el contrario, la Audiencia absolvió a la exjefa de gabinete de Matas, Maria Umbert.
Al margen de las penas de prisión, la Audiencia castigó a Matas, Alemany, Romero y Martorell con la indemnización a la Comunidad Autónoma de 13.316 euros.
¿Quién concibió la idea?
El tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, asevera en su sentencia que fue el exmandatario balear quien «concibió la idea» de arbitrar un concurso público que, al margen de los cauces legales, permitiese contar con los servicios del periodista Antonio Alemany. De hecho, ve «inconcebible» que Matas no mostrase «el más mínimo celo» en conocer por cuánto y de qué forma se pagaban la redacción de sus discursos.
Ante la decisión de la Audiencia, la defensa de Matas prevé recurrir ante el Tribunal Supremo, porque según el abogado del expresidente balear, Antonio Alberca, el fallo ha sido «muy duro» y «no se ajusta a todo lo que hemos mantenido hasta ahora». Al mismo tiempo, el abogado de Alemany, Javier Fernández, anunció que también interpondrá recurso de casación ante el Alto Tribunal.
REACCIONES
Ante esta sentencia, el PSOE tardó poco en recordar las palabras que dijo el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, cuando proclamó que «le gustaría presidir un Gobierno como el que lideraba Matas en Baleares».
Mientras, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, calificó el fallo de «buena noticia», aunque aseveró que son «pocos años de condena para lo que presumiblemente puede haberse llevado de los recursos públicos».
