El Atlético de Madrid se proclamó ayer campeón de la Liga, 18 años después, al lograr un empate en el Camp Nou ante el Barcelona en un partido que resumió lo sucedido durante la temporada y, sobre todo, en los duelos directos entre ambos, con un cuadro ‘culé’ apático e incómodo y un conjunto rojiblanco trabajador, sacando provecho de sus armas para lograr un título del que, por pundonor, es justo vencedor.
Fue un duelo, desde el punto de vista del fútbol, que ofreció poco. La base del juego azulgrana fue la impotencia al no poder disfrutar de su estilo ante una escuadra madrileña que es su ‘bestia negra’. Por parte ‘colchonera’, un fútbol inteligente, sabiendo en cada momento dónde estaban, y sacando provecho de su potencial aéreo y su poderío defensivo. Pero sin destellos, sin magia, tan solo los nervios a flor de piel por lo mucho que había en juego.
Al final, quien destapó las botellas de cava no fue el Barça, sino el Atlético, a domicilio y cerrando un campeonato en el que nadie parecía querer ganar, y que ahora ya es rojiblanca después de un choque que acabó con el Camp Nou en pie aplaudiendo la entrega del conjunto visitante, ovacionando al campeón y a un manteado ‘Cholo’ Simeone y despidiendo con silbidos a los suyos. El mundo al revés.
El bloque catalán se adelantó y fue campeón durante apenas 16 minutos, pero sin dar la sensación de poder rematar la faena, sin estar cómodos, sin poder ayudar a la afición a creer y a animarles. Además, salió con la segunda marcha puesta tras el descanso y el Atlético, si la hubiera en coches normales, con la séptima. Lo pagaron los azulgranas encajando el empate, y, a partir de ahí, el color del choque fue rojiblanco.
A diferencia de otros encuentros, no hubo tantas ocasiones, pero la diferencia es que el Atlético quería que así fuera, sabía que le beneficiaba y que podía llevarles a ganar el título de Liga 18 años después, mientras que el equipo del ‘Tata’, que buscaba revalidarla, no encontró el camino.
Pasada la media hora de juego, y sin merecerlo demasiado, el Barça se puso por delante. Cesc templó el balón al interior del área para Leo Messi, que intentó controlar con el pecho, pero se le fue largo, presionado por Godín. No obstante, el balón llegó de cara a Alexis, que no se lo pensó dos veces y construyó el que es seguro uno de los mejores goles de su carrera, por belleza y escenario. Su ‘misil’ con la derecha voló directo a la escuadra izquierda de Courtois, que cubría ese palo pero no pudo detener el trallazo.
La sensación era que el conjunto azulgrana parecía estar cerca de pedir la hora ya en el descanso, pese a ir ganando 1-0. De hecho, como si todavía no lo hubiera hecho, el equipo catalán, dormido y perdido en su propia casa, sucumbió ante un Atlético que, en cinco minutos, tuvo dos buenas ocasiones a pies de Villa, desafortunado el ‘Guaje’ ante su anterior equipo, y el gol de Godín, toda una muestra del poderío ‘colchonero’ en las jugadas de estrategia, rematando picado abajo un córner en el que estaba libre de marca.
Con el empate, el equipo del Manzanares volvía a ser virtual campeón, y con el partido controlado. Además del gol, los del ‘Cholo’ tenían más el balón, presionaban arriba, atrapaban al Barça en su impreciso juego, y, en definitiva, tenían las riendas del choque. Mientras, el conjunto local parecía no saber encontrar la tecla de la revolución.
Además, Leo Messi estaba ausente, sin tocar apenas el balón y, cuando lo hacía, era sin peligro, ni sensación de poder crearlo. Cuando Busquets pidió el cambio, por molestias, Martino decidió dar entrada a Song, no a Xavi, sin arriesgar nada pese a necesitar cambios en el resultado y el guión del encuentro. Finalmente, el de Terrassa entró por un desaparecido Cesc Fàbregas, pero casi 20 minutos después.
No obstante, en un momento de bajón físico del Atlético, para coger más aire, el bloque ‘culé’ se fue un poco arriba, con algo menos de media hora por delante, pero sin tener ninguna ocasión más allá de un tanto anulado, bien, a Leo Messi por fuera de juego y un disparo lejano de Alves, que, por lo menos, hizo que apareciera Courtois. Con el tiempo, este arreón catalán se fue difuminando, pese a que Neymar entró y animó el ‘cotarro’.
No tuvo muchas apariciones el brasileño, pero fijó a Juanfran en la derecha y provocó que los ‘colchoneros’ tuvieran que dividir sus esfuerzos defensivos. Esto se incrementó cuando Gerard Piqué, en los últimos 10 minutos, se fue arriba, haciendo de ‘9’ buscando el juego aéreo.
La peor de las noticias para el Atlético llegó mucho antes del gol de Alexis y en forma de lesiones de dos hombres clave como son Diego Costa y Arda Turan. En 22 minutos les perdieron, con siete minutos entre un cambio y el otro. Como en Champions, el delantero pidió la sustitución obligado por molestias musculares, esta vez, al esprintar para salir a la contra.
El hispano brasileño se fue al banquillo entre lágrimas, consciente de que, además de esta final, podría perderse la del próximo sábado, cuando el Atlético de se jugará la Liga de Campeones contra el Real Madrid. En cuanto a Turan, también se fue muy tocado con un golpe en la cadera.
