Con el ceño adusto y el semblante austero con el que retrata a uno de los personajes de sus canciones, Javier Krahe llegó ayer a Segovia para compartir en la Tertulia de los Martes su peculiar forma de componer canciones, en la que aspira a ser «tan riguoso» en las formas como su mentor George Brassens.
En un auditorio que registró el lleno de las mejores ocasiones, el cantante madrileño volvió a renegar del título de «poeta» que muchos le atribuyen, a pesar de que algunas de sus canciones son verdaderos ejercicios poéticos que entrelazan sentimientos en forma de humor y crítica social.
Acompañado en el escenario de la Sala Caja Segovia por Ignacio Sanz, Krahe aseguró que «yo no compongo poesía, sino canciones, pero quien me considere un poeta, allá el, porque yo sólo escribo canciones en las que adecento las letras como puedo.
Aunque algunas de sus canciones se han hecho populares por abordar la actualidad, Krahe asegura que su música «puede surgir de cualquier otra referencia, desde los clásicos a otros autores y escritores contemporáneos» como el cantante francés antes citado.
Sobre Brassens, el autor de «Marieta», «La Hoguera» o «Un Burdo Rumor» aseguró sentirse más identificado porque «sufrió del mismo equivoco que yo, que muchos le consideraban un poeta, y yo sólo quiero ser tan riguroso como él en la forma de escribir, que es algo de lo que no quiero abdicar”. Pese a ello, señaló que tengo «muchas canciones de actualidad, pero porque soy una persona que vivo en la actualidad y no es fácil sustraerse a ella a la hora de componer».
Con la que está cayendo en el mundo de la música, Krahe sobrevive como la mayor parte de los músicos, a través de conciertos, que en su caso son «suficientes para ir tirando, porque el panorama musical con la SGAE, y la piratería está hecho un desastre».En cualquier caso, el cantante sigue insistiendo en reivindicar el humor como «una defensa contra las agresiones cotidianas, que cada vez son más, y gracias a la risa podemos afrontarlas a través de la bula hacia los poderosos».
En sus visitas a Segovia, Krahe busca conectar con el público «al igual que lo hago en Valladolid, en Vigo o en León, porque mis conciertos son humorísticos y al final la gente se ríe».
De forma breve, pero contundente, Javier Krahe aseguró que del juicio que el 28 de mayo le llevará a los tribunales por el controvertido cortometraje «Cómo cocinar un Cristo» denunciado por su supuesto contenido blasfemo, aseguró que «saldré absuelto porque soy inocente».
