Las fuerzas en beneficio de la democracia en la isla de Cuba sufrieron el domingo un duro varapalo. El disidente Oswaldo Payá murió ayer en un accidente de tráfico en la provincia de Granma, en el oriente de la isla. El líder del Movimiento Cristiano Liberación, de 60 años, falleció «a todas luces», después de que el automóvil en el que se desplazaba con otras tres personas se saliera de la calzada y sufriera un choque contra un árbol en la ciudad de Bayamo, a 800 kilómetros de La Habana, según manifestó el opositor Elizardo Sánchez: «No hay nada que indique lo contrario».
Según las informaciones, además de Payá en el suceso perdió la vida el insurgente Harold Cepero. Los otros dos ocupantes del vehículo, resultaron heridos, «aunque su vida no corre peligro». Uno de los acompañantes del prestigioso disidente es el español Ángel Carromero, de 27 años, asesor del Ayuntamiento de Madrid y secretario de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, y el político sueco Jens Aron Modig, también de 27 años, y dirigente de la Liga de la Juventud Demócrata Cristiana en su país.
La esposa de Payá, Ofelia Acevedo, partió hacia el lugar del siniestro después de recibir la noticia, indicó Elizardo Sánchez.
Hasta ahora no quedan claras las causas del accidente. La versión oficial asegura que el conductor perdió el control, pero otras fuentes hablan de que el coche fue embestido por otro. Las sospechas están creciendo, después de los testimonios de la hija del fallecido, Rosa María Payá, quien declaró que a su padre «le querían hacer daño y terminaron matándolo». En similar posición se situó el hermano de la víctima, Carlos Payá, que afirmó que había sufrido un accidente de tráfico en La Habana el pasado mes de junio, por lo que el siniestro que ayer le causó la muerte, podría estar relacionado con las amenazas que «habitualmente» recibía el conocido líder opositor.
El Gobierno español informó ayer de que ha pedido a las autoridades de Cuba «toda la información pertinente» sobre el accidente de tráfico que sufrió este domingo en el país caribeño Ángel Carromero, miembro de las Juventudes del PP, y en el que murió el disidente cubano Oswaldo Payá.
El comunicado indicó que se «desplazará de forma inmediata a Bayamo al cónsul de España para poder atender adecuadamente al ciudadano español». El Ejecutivo también transmitió sus «condolencias más sentidas» a los familiares de los finados, «personas de paz y diálogo y muy reconocidos internacionalmente».
A las condolencias, se sumaron los líderes de la Unión Europea, que lamentaron la muerte del activista galardonado hace 10 años con el Premio Sajarov a la libertad de pensamiento, y la Casa Blanca, que destacó la «incansable» lucha de Payá por los derechos humanos y cívicos en Cuba.
