Los autobuses del transporte metropolitano de Segovia circulan a buena velocidad. Pero más deprisa lo hace la «tijera» que trata de abaratar costes en los servicios públicos para contribuir a reducir el déficit público. La Junta de Castilla y León se propuso rebajar la factura del transporte metropolitano, que suponía unos 400.000 euros anuales, y está camino de conseguirlo, gracias al aumento del precio del billete y, sobre todo, con la supresión de aquellos servicios «que no tenían la suficiente rentabilidad social y suponían un gasto importante para las administraciones implicadas», indicaron ayer fuentes de la Delegación Territorial de la Junta, que advierten que el «ajuste» no afecta solo a la provincia de Segovia sino a toda la Comunidad Autónoma.
Los ‘cambios’ a favor del abaratamiento de costes ya han sido introducidos; en sintonía con la propuesta que lanzó, el pasado mes de julio, la ponencia técnica del transporte metropolitano de Segovia, que integran técnicos regionales y representantes de los 21 ayuntamientos que participan del sistema, puesto en marcha hace dos años. El número de servicios se ha reducido en un 30%, en el mismo porcentaje que lo ha hecho el presupuesto de la Junta de Castilla y León para mantener este transporte.
«A corto plazo no va a haber más cambios, sin perjuicio de que se vaya comprobando la utilización de las rutas tal y como han quedado; en cuyo caso, se determinará lo que sea más procedente, siempre en beneficio de la mayoría de los usuarios», señalaron ayer desde la Delegación Territorial de la Junta en Segovia.
Las diez rutas del transporte metropolitano se mantienen, aunque en ellas se han eliminado aquellas expediciones con menor número de viajeros y, por tanto, deficitarias, como los servicios nocturnos o ‘búhos’. Alguna de las rutas han quedado con «servicios mínimos». Desde la administración regional se insiste en que la reducción de servicios es consecuencia, por una lado, de razones estrictamente presupuestarias relacionadas con la grave situación económica y, por otro, «de una más racional prestación del servicio de transporte». «En muchas ocasiones, en determinados horarios y recorridos, se estaban realizando trayectos con autocares que iban vacíos o con uno o dos viajeros», añaden las mismas fuentes.
Lo cierto es que el metropolitano es un servicio de transporte deficitario, desde el mismo momento de su creación. La recaudación por venta de billetes no cubre los costes de explotación, de manera que para equilibrar las cuentas y, por tanto, para mantener el transporte entre la capital y los municipios que integran su área de influencia, se antoja imprescindible la aportación de la Junta y de los diferentes ayuntamientos de la provincia por donde transcurren los itinerarios de los autobuses. Del déficit que arroja la explotación de las diferentes rutas se hace cargo la Junta, al 70%, y los ayuntamientos, que sufragan el 30% restante.
Desde la Junta se asegura que «no se puede hablar de una reducción general o igual para todas las rutas». Se insiste en que se han eliminado o reducido aquellos servicios de cada ruta que menos utilizaban los usuarios. De esta manera, cada una de las diez rutas se ha visto afectada por un porcentaje diferente; «aunque si bien es cierto -admite la Junta— todas intentando acercarse a la propuesta inicial del 30% acordada en las sesiones de la ponencia técnica»
De acuerdo con la información oficial ofrecida por la Junta, en todas las líneas del transporte metropolitano se han reducido servicios «que no tenían la suficiente rentabilidad social y suponían gasto importante para las administraciones implicadas». En todas las supresiones, según las mismas fuentes, se han tratado de ajustar, lo máximo posible, a los horarios de menor uso por parte de los usuarios, tratando de afectar al menor número de usuarios y en horarios considerados como «valle»; esto es, nunca en horarios ‘punta’.
El ajuste, según avanzó este diario a principios del mes de octubre, se ha dirigido a eliminar los servicios nocturnos y los de fines de semana, limitando la prestación a las jornadas laborales.
Lo cierto es que el ‘recorte’ de servicios ha suscitado malestar en algunos pueblos afectados. De hecho, el pasado 26 de octubre el pleno del ayuntamiento de Palazuelos aprobó por unanimidad, una moción presentada por la asociación de vecinos de Robledo (AVR), por la que se insta al alcalde, Jesús Nieto (PP), a defender y mantener el actual servicio metropolitano, sin admitir el recorte de ninguno de los actuales servicios que prestan las líneas que afectan al municipio.
El reajuste de las rutas fue acordada el 20 de julio con el «consenso», según la Junta, de todos los miembros de la ponencia técnica del transporte metropolitano, que reúne a los representantes de todas las áreas de la provincia que cuentan con servicio. Antes de la reunión de la ponencia, se produjeron reuniones por áreas con representantes de todos los ayuntamientos. En esos encuentros, según asegura la Junta, se aprobaron las propuestas de cada uno de los ayuntamientos sobre cuáles debían ser los servicios a suprimir en cada caso. Y las propuestas de los ayuntamientos fueron validadas en la ponencia.
