El Real Madrid acusó ayer en exceso la ausencia de su máximo artillero, Cristiano Ronaldo, y no pudo pasar del empate sin goles en el último partido de la primera vuelta ante Osasuna, que le plantó cara desde los primeros minutos y que llevó mucho peligro a la meta defendida por Íker Casillas.
La primera parte fue una batalla en toda regla por la posesión del esférico. Ambos equipos comenzaron con ritmo y la intensidad del encuentro fue creciendo por momentos. Los choques se sucedían y cada balón se disputaba hasta la extenuación. Sin embargo, las ocasiones de gol brillaron por su ausencia.
La primera clara llegó para el equipo visitante hacia el minuto 20, en un pase largo de Xabi Alonso, que se recuperó a tiempo de su lesión en las cervicales y pudo disputar el duelo. El tolosarra envió un balón que recogió Higuaín en el flanco derecho del campo de Osasuna. Andrés Fernández salió muy lejos de su área y el argentino le dribló bien, pero no pudo poner un centro válido para Khedira, que ya esperaba en boca de gol.
Con el paso de los minutos, esa intensidad de los primeros compases de juego se fue diluyendo. El cuadro ‘rojillo’ llegó en varias oleadas a las inmediaciones de Casillas, pero sin crear auténtico peligro. Cejudo fue el que más inquietó la meta blanca, pero no obtuvo el premio a su insistencia. El más destacado de los blancos resultó ser Varane, que se encargó de anular a la delantera local.
Modric fue el encargado de llevar la batuta en el ataque blanco y consiguió desarbolar a la defensa rival con algunos pases interiores, pero ninguno acabó con la recompensa del gol. En los últimos minutos de la primera mitad, Callejón rescató un balón casi al borde del campo y se la cedió a Coentrao, que la mandó al limbo. En general, se notó la ausencia de Özil y el bajón de juego, aparentemente inexplicable, de Di María.
En la reanudación, Osasuna empezó con más brío que el Real Madrid. Creó ocasiones y disparó a puerta un par de veces. El equipo ‘merengue’ siguió sin rumbo ni timón en el encuentro. Xabi Alonso, que estaba cuajando una buena actuación defensiva, correcto en lo táctico y en las recuperaciones, no se prodigó demasiado en ataque, y su equipo lo notó.
En el minuto 58 llegaron los cambios que Mourinho introdujo para tratar de variar la dirección del encuentro. Kaká y Benzema volvieron al equipo para intentar abrir el marcador. Higuaín se marchó sin ‘mojar’ en su estadio favorito donde otrora consiguió ganar una liga para el equipo de Concha Espina y Di María enfiló el banquillo tras una actuación muy pobre.
El cuadro local se fue animando poco a poco y atacó a ratos, llevando mucho peligro en cada ocasión. Mientras, los visitantes hicieron el último cambio, Özil por Modric para buscar un poco más de control en el medio campo. Pero nada más lejos de la realidad. A pesar de los intentos de Mourinho, la ausencia que más echó en falta su equipo fue la de Cristiano.
La expulsión de Kaká fue esperpéntica. No aguantó ni 20 minutos en el campo y dos acciones infantiles le mandaron a la ducha antes de tiempo. Así, en el minuto 77, Callejón, que bregó bien durante todo el choque, conectó un centro desde la banda con la espuela y mandó la pelota al fondo de las mallas. Pero el gol fue anulado por una ligera posición adelantada del delantero granadino.
En resumen, un pobre Real Madrid que dejó escapar dos puntos más contra el ‘farolillo rojo’.
