La Gimnástica Segoviana no necesitó hacer un partido deslumbrante para sumar tres puntos más en La Albuera, en esta ocasión frente al Rácing Lermeño, y seguir una jornada más al acecho de la cuarta plaza. Bastaron unos minutos de acoso y derribo a la defensa del conjunto burgalés, más la inspiración de Dani Calleja y Asier, para que el conjunto azulgrana consiguiera una victoria que llevaba camino de ser brillante tras un arranque de encuentro algo flojo, pero que terminó en una faena de aliño ante un rival que corrió y peleó, pero al que le faltó saber qué hacer cuando tuvo la pelota en su poder.
Sorprendió Sedano dando entrada a Pablo en la portería por Iván, y situando a Pato Costa en la punta del ataque. El resto del equipo podía ser más o menos el previsto, pero lo cierto fue que en los primeros compases del choque la Segoviana no encontró su sitio en el campo, y el Lermeño salió con las ganas suficientes como para complicarle la vida a la zaga azulgrana, muy adelantada en esos primeros minutos. Así, Chema y Anel se vieron sorprendidos por una acción en la que Erik les ganó la partida, plantándose ante Pablo, al que superó más por fuerza que por calidad en su remate.
El gol espabiló a la Segoviana, que se apoyó en Asier para comenzar a llevar el peligro al marco del Lermeño. El jugador azulgrana fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa visitante, ya no solo incapaz de frenar sus llegadas por la banda, sino posteriormente desarbolada por completo cuando Dani Calleja apostó por dejar la banda izquierda para apoyar en la diestra al ataque gimnástico.
Antes del 0-1 Costa dio el primer aviso cebeceando alto cuando lo más sencillo parecía colocarla dentro de la portería, y poco después del tanto visitante el delantero argentino probó a Luis en otro remate con la testa en una acción balón parado, un arma que la Segoviana empleó a menudo, ya que la defensa del Lermeño se mostró demasiado blanda en este apartado. Anel y Dani Arribas tuvieron el empate en sendas acciones de saque de esquina, y antes del tanto del empate, con los azulgranas poniendo cerco al marco burgalés, un defensa envió a córner un cercano lanzamiento de Asier que se mereció acabar en gol.
Quien sí logró marcar fue Manu en el saque de esquina posterior, que tampoco fue despejado por la zaga del Lermeño, quedándose el balón en la frontal en buena posición para que el centrocampista azulgrana hiciera gala de su buen remate con ambas piernas, colando el balón entre varios jugadores, sin tiempo para que Luis pudiera reaccionar.
El tanto del empate era algo que se veía venir, como también se veía venir el 2-1, porque la Segoviana continuaba su asedio, y el equipo de Lerma apenas conseguía superar la línea del centro del campo local, y menos llegar a las inmediaciones de Alberto con peligro. Superada la media hora de partido, Dani Calleja recogió un balón en la banda derecha, avanzó unos metros, y lanzó un centro-chut que acabó superando al portero del Lermeño, entrando de forma espectacular en la portería burgalesa. Un gran gol que certificaba la remontada de los locales.
El equipo dirigido por Foski, que esperaba llegar al descanso como mínimo con el empate, vio cómo su esfuerzo físico se quedaba en nada con el gol de Calleja, y aunque no dejó de correr, dio la impresión de que el 2-1 le dejó sin fe. Tanto fue así que en el primer minuto de la segunda parte, la zaga visitante dejó manejar a placer a la Segoviana cerca del área de Luis, de tal manera que Asier le dio el balón en profundidad a Calleja, que dio el pase de la muerte a Dani Arribas con el tacón para que el ‘9’ de la Segoviana rematara sin oposición desde el pico del área pequeña, haciendo el 3-1.
Y, a partir de ese momento, el equipo de Santi Sedano no quiso más. El técnico sacó del campo a un Dani Calleja que amenazaba con expulsarse después de un calentó con un contrario, y a la Segoviana le bastó con ordenarse de manera lógica en defensa, apoyarse en el incombustible Ricardo en el centro del campo, y buscar al hábil Javi en el ataque, para seguir generando algo de peligro, pero ni mucho menos con la profusión del primer tiempo.
Los aficionados pasaron de los aplausos del primer tiempo a los bostezos del segundo, pero la realidad era que el trabajo ya estaba hecho. La Segoviana ganó porque fue mucho mejor que su oponente, y su fuerza en La Albuera le sigue manteniendo con opciones de lograr una gran clasificación al finalizar la liga regular.
