El verano de 2012 está resultando “favorable” para la provincia de Segovia en lo que a problemas de calidad de agua se refiere. A diferencia de anteriores estíos, en los que un alto número de pueblos se veían obligados a declarar su agua como “no apta para el consumo”, al presentar la misma índices de arsénico o de nitratos superiores a los permitidos por la ley, este año la cifra ha quedado muy limitada.
Según datos facilitados por la Junta de Castilla y León, a fecha de 8 de agosto únicamente nueve núcleos presentaban “incumplimientos” en el agua de consumo humano. En cuatro de ellos (urbanización de Ituero y Lama, Encinillas, Villoslada y Ortigosa de Pestaño) el arsénico impide que el agua sea apta para el consumo. En esos núcleos, el índice de arsénico supera los 10 microgramos / litro. Las otras cinco localidades con agua contaminada (Balisa, Santovenia, Marazoleja, Sangarcía y Etreros) presentan índices elevados de nitratos —entre 57 y 81 microgramos / litro, cuando el máximo establecido es de 50—.
Hace justo un año, el número de pueblos con agua contaminada era de 25, afectando a cerca de 6.000 segovianos. La posterior mejoría de la situación se ha debido, en gran medida, a la entrada en funcionamiento del abastecimiento de agua a la comarca de Cuéllar desde ‘Las Lomas’. El delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, se ha congratulado con el “avance” en la calidad del agua. “Todavía quedan problemas puntuales que resolver, en los que debemos seguir trabajando, pero es innegable que la calidad del agua ha mejorado en la provincia con soluciones como la de ‘Las Lomas’ para la comarca de Cuéllar o la presa del Ceguilla para la zona de Pedraza”, declaró López-Escobar.
Aparte de pueblos en los que su agua no cumple los estándares de calidad exigidos, todavía quedan localidades (muy pocas) con problemas de abastecimiento. Este verano, desde Riaza se ha llevado agua en cisternas a varios de sus núcleos agregados, y otro tanto se hizo desde Ayllón a Grado del Pico.
