La ocasión la pintan calva, dice un dicho popular muy antiguo, pues hay quien sostiene que procede de la época romana y Ocasión no sería otra que una diosa representada como una hermosa mujer desnuda y calva por detrás, para hacer ver que lo que se deja pasar de largo ya es difícil de alcanzar. En el barrio de San Lorenzo las peñas y muchos vecinos no dejan pasar ni un día de fiesta sin disfrutar del amplio programa de actividades.
Y la ocasión la pintan calva porque, además, el tiempo está acompañando con temperaturas altas, incluso por la noche. Con calor no excesivo fueron muchos los peñistas que ayer acudieron a la llamada del macarrón con tomate, como mandan los cánones. Para valientes podría calificarse la comida prevista para hoy al mediodía en los jardines de Mariano Contreras, porque con los 36 grados de máxima que se prevén un buen plato de judiones puede hacer saltar las alarmas en más de un estómago castigado ya a base de tinto de verano, cervecita y cubatas.
Pero San Lorenzo es mucho barrio y no es el primer año que sus fiestas se celebran en días calurosos, haciendo honor al martirio del patrón, que murió abrasado a la parrilla. Mejor pasar un poco de calor —para eso está la sombra— que echar mano de la rebequita o la sudadera. Las peñas están ya metidas en faena, ‘a muerte’ con sus juegos de mesa y sus campeonatos deportivos (que ni las Olimpiadas), y disfrutando de la música de charangas, verbenas y disco-móvil.
En el apartado taurino ayer se pudo disfrutar de un buen concurso de recortes, con veinte recortadores y un ganado irregular.
