Ayllón acogió ayer la tercera fase zonal del concurso de cocina organizado por la Federación de la Mujer Rural (FEMUR). Hasta la románica iglesia de San Miguel se desplazaron concursantes procedentes de Barbolla, Santa Marta del Cerro, Navares de Enmedio, Boceguillas, Duruelo y Castrojimeno, a las que se unieron otras de Ayllón. En total, 26 participantes, cada una con su plato preferido.
Y, como ya ocurriera en las dos anteriores fases zonales, de Hontalbilla y Nava de la Asunción, el concurso permitió a las mujeres salir de su casa para pasar un rato divertido y, de paso, aprender sobre la gastronomía del pueblo de al lado. Así, el templo ayllonés se convirtió, por unas horas, en una escuela de alta cocina. “Para hacer la masa de los florones hay que echar una cucharada de harina por cada huevo, y un poquito de azúcar, muy poco”, explicaba Fredes García. “A la hora de freír, el aceite tiene que estar muy caliente, y ¡ojo!, el molde también debe estar metido en el aceite caliente”, aclaraba esta vecina de Santa Marta del Cerro.
Sobre los manteles se colocaron platos de todo tipo. Desde ‘“Patatas de puchero” hasta “Rosquillas al estilo de mi madre”, pasando por carnes y pescados (“Bacalao Nuria” o lomos de liebre al vino tinto, por citar dos ejemplos). Ejercieron de jurado la presidenta de la FEMUR, Juana Borrego, y la secretaria de la entidad, Elena García Gil, a las que se unieron los aylloneses Miguel Gómez, Mariana Sanz y la cocinera Lorena Nieto, de ‘La Tenada de Chispano’. Esta última se congratuló por la variedad de los sabores y la excelente presentación de los platos. Así que, como no podía ser de otra manera, el jurado se vio en un aprieto a la hora de elegir ganadoras. Tras la protocolaria entrega de premios, cada una regresó a su pueblo. Se las veía felices, sin importarlas si habían ganado o no.
Como ‘postre’ al concurso de cocina, la última fase zonal será el 30 de marzo, en Segovia. La gran final, el 27 de abril.