Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil con base en Sepúlveda denunciaron a dos hombres que presuntamente estaban cazando por la noche de manera furtiva en la localidad segoviana de Torreadrada.
En un coto de caza de este municipio los agentes detectaron varias bañas cebadas y rociadas con gasoil y aceite industrial para atraer a jabalíes. Los productos empleados, según informan fuentes de la Subdelegación del Gobierno, no están autorizados para este fin. Así, ante la sospecha de que se pudieran estar utilizando estos cebaderos para caza furtiva, el Seprona estableció los servicios de vigilancia oportunos.
Finalmente, en la noche del 26 de diciembre una patrulla sorprendió, a unos 50 metros de los cebaderos, a dos personas que desde el interior de un vehículo todoterreno y a través de las ventanillas tenían dispuestos dos rifles de caza con mira telescópica listos para su uso. Las armas tenían acoplada una linterna láser, además de un visor nocturno.
Según precisan las mismas fuentes, estos hechos constituyen una infracción grave de la Ley 4/96 que regula la caza en la Comunidad, por lo que los cazadores fueron denunciados y tanto las armas como los elementos de visión nocturna fueron intervenidos y puestos a disposición de la Junta de Castilla y León.
En los artículos 30 y 31 de la vigente ley de caza, se prohibe a los cazadores el uso en sus armas de silenciadores, dispositivos para iluminar los blancos o amplificadores e intensificadores de luz.
Además, tampoco podrán emplear venenos y cebos envenenados, productos anestésicos y atrayentes o reclamos de especies no cinegéticas, vivos o naturalizados, y los de especies cinegéticas vivos cegados o mutilados, así como todo tipo de reclamos eléctricos o mecánicos, incluidas las grabaciones. La ley estipula también la prohibición del uso de dispositivos eléctricos y electrónicos que puedan matar o aturdir, fuentes luminosas artificiales y otras artes como lazos, cepos, redes, gases, explosivos o inundaciones de madrigueras.
