El presidente del Consejo Económico y Social, José Luis Díez-Hoces, pidió ayer la «mayor brevedad» a los grupos de las Cortes en la aprobación de la ley de reforma de la institución para un funcionamiento más eficiente, como se plantea en el acuerdo de PP-Junta-PSOE, y planteó que la renovación de consejeros prevista en la institución en diciembre se efectúe cuando esté ratificada la nueva normativa de funcionamiento.
Díez-Hoces trasladó este anunció durante la presentación del proyecto de Ley de Presupuestos de su departamento ante la Comisión de Hacienda de las Cortes, donde anunció también que pedirá una reunión con los grupos políticos de la Cámara para explicarles algunas de las reflexiones realizadas por las organizaciones representadas en la institución para lograr ese mayor grado de eficacia en el funcionamiento de ésta.
En la Comisión, recibió el respaldo unánime de los tres grupos -PP, PSOE y Mixto- a la continuidad del CES, después de que esta institución se haya suprimido en algunas autonomías. «Hay un consenso que garantiza la continuidad del Consejo», afirmó la popular Rosa Cuesta, en referencia al acuerdo con los socialistas. «El CES no se puede cuestionar. Más allá de su recorte en el presupuesto desarrolla una gran labor con tan pocos recursos», estimó el socialista Julio López. El portavoz del Grupo Mixto, José María González (IU), se unió a la defensa del trabajo de la institución y fue más lejos al pedir la continuidad de Díez-Hoces.
El presidente del CES precisó que le gustaría seguir, y añadió que no continuaría sin el voto de las organizaciones representadas. Planteó, como reflexión de éstas, que la renovación de consejeros de la institución, cuya fecha de presentación de propuestas esta marcada para el 5 de diciembre, se realice cuando se haya aprobado la nueva ley, algo que les parece «lógico», de manera que los actuales estarían en funciones hasta esa fecha.
También, manifestó que desconoce las modificaciones que se van a plantear y añadió que espera «con interés» el texto, pero advirtió de que se debe valorar la utilidad que este órgano de autogobierno tiene para la sociedad. «No se debería identificar, sería de necios, valor y precio», aseveró, argumento que compartió después el socialista Julio López.
La reforma debe mantener como esencia, según Diez-Hoces, que el CES representa los intereses de la sociedad civil, que no es un complemento ni equivalente del diálogo social, y está al margen de las ideologías. «Lealtad institucional, sí, pero independencia», remarcó. Por ello, recalcó que los cambios se deben consensuar y trasladó dos peticiones del órgano permanente de gobierno de la institución: el deseo de que las reformas legales se realicen con «la mayor brevedad para evitar la incertidumbre».
