El Consejo de Gobierno aprobó ayer la autorización para la fusión entre Caja España y Caja Duero, último paso administrativo previo a la constitución formal de la nueva entidad. Una vez dada la luz verde a este proceso desde el Gobierno regional queda pendiente alcanzar un acuerdo político para la elección del presidente de la supercaja regional.
El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguró que la caja resultante de la fusión entre Duero y España, la primera entidad financiera de la Comunidad autónoma, está más comprometida con los intereses regionales y dará una respuesta adecuada a las necesidades de crédito de las familias, empresas y nuevos emprendedores y a los ahorradores. «Se da un importante paso que hace dos años no podíamos soñar», valoró el consejero portavoz. Con este paso en la reestructuración del sistema financiero, proceso por el que apostó el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, se consigue una caja «más solvente, eficiente y rentable», pero también «más moderna y profesionalizada y más comprometida con los intereses de Castilla y León», dijo de Santiago-Juárez.
La Junta acordó también los Estatutos y el reglamento de procedimiento para la elección y designación de los miembros de los órganos de Gobierno (Reglamento de Procedimiento Electoral) de la nueva entidad surgida de la fusión, en los mismos términos en que fueron aprobados por las Asambleas Generales Ordinarias y Extraordinarias de las entidades fusionadas, celebradas el 5 de junio.
La nueva caja, con domicilio social en León y sede ejecutiva en Salamanca, mantiene las finalidades fundacionales de las cajas fusionadas, convirtiéndose con unos 46.000 millones de euros en la sexta entidad española en función del tamaño de su activo, pudiendo quedar como séptima u octava si finalmente culminan otros proyectos de fusión. También, se convierte en la entidad financiera líder en la región, otorgando más de 15.000 millones de crédito a los residentes en Castilla y León, lo que supone más del 20 por ciento del total concedido por el conjunto de las entidades de depósito en la Comunidad.
El acuerdo de fusión respeta el periodo transitorio de dos años que se han dado ambas cajas para la renovación de sus órganos de gobierno, mientras que en el resto de cajas se celebrarán elecciones entre los meses de enero y febrero de 2011.
En cuanto al proceso que sigue ahora, el presidente de Caja España, Santos Llamas, señaló que la semana que viene se fijará el día para formar el nuevo Consejo de Administración. La primera reunión de éste se celebrará en León y en él se aprobará el organigrama, según explicó. Además, se abrirá un plazo de entre 15 y 30 días para constituir la Asamblea General, cuya primera sesión también se celebrará en la capital leonesa.
Ante la polémica surgida por la imposibilidad de que Llamas ejerza la presidencia de la nueva entidad el leonés aseguró que ostenta su cargo «por acuerdo unánime de los miembros del Consejo de Administración». «Hasta que no me digan lo contrario seguiré en la caja», aseveró, al tiempo que afirmó sentirse «orgulloso» de este mandato.
