España cuenta con un «futuro brillante» a medida que comienza a dar sus frutos el programa de reformas del Gobierno, defendió ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una columna de opinión publicada por The Wall Street Journal, donde destacó que estos ajustes han sido decididos sin la imposición de un rescate. Asimismo, el popular sostuvo que «no existen dudas» sobre la determinación del Ejecutivo para adoptar nuevas medidas en caso de producirse una desviación de los objetivos marcados.
«Uno a menudo olvida que el actual Gabinete lleva en el cargo menos de un año», recordó el dirigente a la hora de señalar la magnitud de la agenda reformadora asumida por el actual Gobierno, a la vez que resaltó que si el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero «hubiera sido más diligente», los problemas a los que se enfrenta la nación serían menos graves.
Asimismo, De Guindos señaló que, si bien las crisis «siempre causan dolor, también generan oportunidades», respecto a lo que afirmó que las reformas de Mariano Rajoy «están comenzando a dar fruto», favoreciendo la competitividad y la productividad.
En este sentido, el titular de la cartera de Economía destacó, como indicadores para el optimismo, el crecimiento internacional de las empresas españolas y el buen comportamiento de las exportaciones, así como la capacidad del Tesoro de financiarse «confortablemente» en los mercados gracias a «una buena planificación» y a la mejora de la confianza de los inversores foráneos.
«El actual sacrificio es necesario para volver a crecer y crear empleo en un relativamente corto período de tiempo», subrayó el popular, que identificó «la tragedia» del paro como el mayor problema que acosa hoy a la sociedad patria.
«Si no hacemos nada para combatirlo, nos enfrentaremos a la primera generación de la historia reciente condenada a estar peor que sus padres», advirtió.
Reducir los desequilibrios
Entre las distintas medidas adoptadas por el Gobierno, el mandatario hizo especial hincapié en la reforma del mercado laboral, que, según puntualizó, «ha permitido la reducción de los desequilibrios externos de la economía nacional al facilitar a las empresas operar en un entorno más flexible, que posibilita su rápida adaptación a las circunstancias de los mercados».
«Los últimos datos indican que el ajuste del empleo ha sido en gran medida completado en el sector privado y que todavía hay cierto camino por recorrer en el sector público», apuntó De Guindos, quien subrayó también la moderación salarial y la reducción en los costes laborales unitarios.
En este sentido, el dirigente explicó que el cambio en el mercado de trabajo complementa a la reforma del sector financiero, cuyo proceso de recapitalización bancaria «se desarrolla bajo un calendario muy preciso, del que el Gabinete informa con absoluta transparencia», así como al proceso de consolidación fiscal.
«Cualquier desviación de los objetivos previstos por el Gobierno es corregida inmediatamente mediante fuertes medidas, como fue el caso del pasado mes de julio, cuando el Ejecutivo decidido subir los tipos del IVA», señaló el popular, destacando, además, que la deuda pública española todavía está 14 puntos por debajo de la media de la eurozona, lo que proporciona al Gobierno «un importante colchón».
