No todos los empates sientan de la misma manera. Los hay que saben muy mal, si te meten un gol en el último minuto; y también existen aquellos que valen casi como una victoria, si eres tú quien metes ese gol en el último instante.
Al CD La Granja no le sucedió ni una cosa ni la otra ayer en su 1-1 ante el Real Ávila, pero el punto sumado ante un rival de la entidad de los abulenses y en un campo tan complicado como el Adolfo Suárez, es bueno para los de San Ildefonso. Y eso que, en los instantes finales, los segovianos pudieron llevarse el triunfo, pero también es cierto que los locales dispusieron de oportunidades para marcar algún gol más.
En cuanto al once inicial del CD La Granja no pudo estar presente Quique, que el sábado sufrió un accidente de tráfico sin consecuencias graves. Su lugar en la convocatoria lo ocupó David Arranz, mientras que sobre el campo Ricardo jugó de extremo por la izquierda y Mario por la derecha.
En los primeros instantes del encuentro el juego transcurrió en su mayoría en el centro del campo, con ambos equipos intentando encontrar huecos para sacar el balón jugado, pero estrellándose contra las defensas. De esta manera, la única forma de llegar al área contraria fue a balón parado con sendas faltas, una por cada equipo.
La posesión estaba repartida, pero fue La Granja quien se desperezó primero. De esta manera, en el minuto 13, aprovechando el primer saque de esquina del partido, Iván Yubero sacó un balón al primer palo, donde Ricardo la peinó hacia el segundo, donde Otero remató picado de cabeza convirtiendo el 0-1 a favor de La Granja
Pero, en el minuto 17, el Real Ávila reaccionó con un lanzamiento de falta bien rematado por Cabrera, pero mejor respondido por Yiyo, quien despejó la pelota. El rechace acabó con juego peligroso en contra de los locales.
Esta ocasión espoleó a los encarnados, que se vinieron arriba y mantuvieron la posesión, pero sin conseguir definir los ataques.
De todas maneras, los granjeños permanecieron atentos a la hora de recuperar balones, como del que dispuso Mario por la derecha. Tras un recorte a su defensor, ganó la línea de fondo, pero su centro encontró las manos de Pindado.
Seguidamente, desde la otra banda un contragolpe montado por Ricardo, a quien le dobló Xavi y recogió la pelota para después centrarla hacia el área, donde el defensa estuvo al tanto para despejar a saque de esquina.
El partido se volvió a igualar a la media hora, con ambos equipos aprovechándose de los errores del rival. Así, los de Manuel Retamero entraban por las bandas como un cuchillo en la mantequilla, tanto Ricardo y Xavi por la izquierda como Mario y Adrián por la derecha.
Pero los visitantes lograron empatar a cinco minutos para el final de la primera parte, tras un centro de Llorian y remate de Iván, libre de marca, en una acción en la que la defensa granjeña y su portero pudieron haber hecho algo más.
A pesar de todo, César Bravo tuvo una buena oportunidad para volver a poner a los suyos por delante, pero remató mal dentro del área pequeña el centro de Adrián. De esta manera, llegó el descanso con el 1-1 en el marcador.
Los encarnados salieron con fuerza en la segunda parte, disponiendo de un saque de esquina nada más empezar y encerrando a La Granja en su área. Aarón, recién salido al campo, dispuso de un disparo, atajado por Yiyo por abajo. Por su parte, los granjeños tardaron diez minutos en reaccionar, con el tiro lejano de Iván Yubero.
Los de Manuel Retamero vivieron un susto con la lesión de Ricardo. A pesar de todo, el delantero continuó jugando, si bien se le notó renqueante desde entonces. Aún así, en el minuto 65, el mismo Ricardo la tuvo en bandeja para lograr el 1-2, pero remató alto de cabeza un balón centrado por Iván. En el 70 el técnico granjeño movió ficha, sacando al campo a David González, colocándole de central y ubicando a Alberto en el lateral de la defensa, y a Adrián de extremo.
Poco después fueron los de casa quienes tuvieron cerca el segundo gol, con una falta directa de Aarón, respondida por un excepcional despeje de Yiyo, tras un tiro que buscaba la escuadra.
A la siguiente, La Granja disfrutó de otra buena, con una jugada larga dentro del área que no fue rematada bien por ningún futbolista.
El gol podía caer por cualquier lado en este tramo del partido. Así, Ricardo no pudo llegar a culminar un claro contragolpe. De esta manera, conforme iba llegando el final del encuentro, éste cada vez estaba más roto.
Pero aún hubo tiempo para dos expulsiones. Una por el lado granjeño en el minuto 89, con la segunda amarilla de Alberto; y otra por roja directa al portero abulense Pindado, tras insultar a un rival. Esto le costó a los locales un libre indirecto –que La Granja no supo aprovechar– y el tener que jugar con su central Javi bajo palos durante los últimos dos minutos.
