La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), Maite Pagazaurtundua, advirtió ayer de que la «impunidad» en el proceso del fin del terrorismo puede llevar a las víctimas a protagonizar «episodios de venganza», ya que pueden sentirse «traicionadas» por el Estado de Derecho.
En la conferencia Un final de terrorismo sin impunidad, de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, Pagazaurtundua afirmó que «50 años de no venganza por parte de las víctimas» no quiere decir que, «si el Estado de Derecho les traiciona», no vaya a provocar «hechos indeseables» en forma de «episodios de venganza».
Así, alertó de que «cada vez más gente» en el País Vasco «entra en el marco ideológico y conceptual» de ETA y Batasuna, por lo que reprochó al Gobierno regional que haya «permitido un cierto marco de verdad confortable».
Mientras, Leonor Regaño, viuda del artificiero de la Policía Manuel Jodar, asesinado por ETA en 1989, reclamó a los «asesinos» de su marido, durante una entrevista, que hagan «examen de conciencia» y se mostró partidaria de «hablar» para saber si «tienen voluntad de incorporarse a la vida».
En este sentido, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, adelantó que la banda tiene una «difícil decisión» que tomar sobre su disolución, ya que considera que los «restos de 50 años de terrorismo no desaparecen en un comunicado», de modo que advirtió de que ETA «puede mentir». «Los terroristas no se caracterizan por su sinceridad», remarcó.
