El duelo entre el Real Madrid y el Barcelona dentro de apenas cuatro días llegará entre polémicas, ausencias de jugadores importantes y contrastes: el ‘clásico’ del fútbol español de las semifinales de la Copa del Rey parece estar subido a una montaña rusa. Los dos equipos más ‘grandes’ del país se enfrentarán el próximo miércoles, por tercera edición consecutiva, en una eliminatoria del ‘torneo del KO’. Este año, el duelo estará condimentado por la innumerable cantidad de factores que afectan la estabilidad de ambos.
Si bien el Barcelona recuperó la brújula con la victoria ante el Málaga, el equipo más en forma de la temporada tendrá el desafío de afrontar el choque contra el máximo rival sin su entrenador en el banquillo. Por el lado blanco, el asunto parece todavía más complicado: inmerso hasta el palco presidencial en un escándalo mediático por la relación entre la plantilla y el entrenador, huérfano de una identidad futbolística definida y aún sin solución para cubrir la ausencia de un hombre de la importancia de Íker Casillas, capitán del equipo.
Así, la situación en Concha Espina aparenta ser poco menos que caótica. Aunque en el terreno de juego se había iniciado el camino de recuperación, toda la atención del entorno ‘merengue’ se centra ahora en un escándalo mediático. Una información del periódico Marca, sobre un supuesto ultimátum de Casillas y Sergio Ramos al presidente para que eligiera entre ellos y el técnico, llevó al mandatario blanco a romper su silencio el pasado jueves para desmentir la presunta amenaza de sus jugadores. Unos futbolistas que también salieron al paso de los rumores pidiendo la unidad del madridismo ante los próximos compromisos del equipo.
Además de los problemas externos, al conjunto ‘merengue’ se le acumulan los contratiempos sobre el terreno de juego. A la baja de su guardameta titular, que se perderá no solo los dos partidos de Copa contra el Barcelona, sino también la serie completa contra el Manchester United en Champions, se unen las ausencias de los dos centrales ‘merengues’ que serán baja durante estos decisivos días para la plantilla blanca. Pepe todavía se recupera de su operación en el tobillo, mientras que Sergio Ramos tendrá que cumplir en la ida de la Copa la jornada de sanción que le queda.
En Barcelona las aguas están más tranquilas, aunque el presente no es del todo confortable para los azulgranas. El líder de la Liga tendrá que asumir el encuentro del miércoles, y alguno más, sin su técnico, Tito Vilanova, quien se encuentra en Nueva York en pleno tratamiento de su enfermedad. Su lugar en el banquillo lo ocupará su asistente, Jordi Roura, con quien el Barça, hasta ahora, ganó todos sus partidos.
Después del tropiezo en San Sebastián contra la Real Sociedad, el equipo catalán demostró el jueves ante el Málaga que aún le separa un escalón por encima de la mayoría de los equipos del fútbol español. Por ello, el conjunto azulgrana intentará vengarse de la Supercopa de España perdida ante los blancos en el inicio del curso.
De esta forma, el próximo miércoles se iniciará el tercer cruce copero consecutivo entre ambas escuadras. Hasta el momento, la suerte está repartida: en el 2011, el Real Madrid se consagró campeón al ganar el ‘clásico’ en la final y en 2012, el Barcelona ganó la serie en cuartos.
Pero las semifinales actuales bien podrían denominarse ‘el clásico más largo del mundo’, porque el duelo de ida se jugará la semana próxima y la vuelta se disputará la última semana de febrero. Además, apenas cinco días después, el Barça visitará el Bernabéu en Liga. Y, entre medias, la Champions con Manchester y Milan como adversarios.
Apenas seis días para encontrar al sustituto perfecto
La lesión de Casillas, que ayer fue operado de su fractura ósea en la mano, es más grave de lo previsto. Según el doctor Miguel del Cerro, el encargado de llevar en persona la intervención, el tiempo de baja del portero se podría ampliar hasta los tres meses, uno más de lo barajado anteriormente. Por ello, el Madrid busca ya un sustituto de garantías antes de que cierre el mercado invernal.
Aunque en la entidad defienden a Adán como el guardameta que suplirá al de Móstoles, se barajan ya varios nombres como Kiko Casilla, canterano blanco que milita en el Espanyol; el zaragocista Roberto, cuyo representante es Jorge Mendes; y Andrés Fernández, del Osasuna, que parece que es el que más gusta. Por su parte, en el mercado internacional están Julio César, del Queens Park Rangers y que fue el titular en el Inter de Mourinho; Stekelenburg, el meta holandés de la Roma; y Ter Stegen, el joven arquero del Borussia.
