El embajador estadounidense en Damasco, Robert Forz, aseguró ayer que EEUU no intervendrá militarmente en Siria. Además, abogó por buscar una solución «pacífica y política» a esta situación. Por esta razón, Washington ha sido acusada de dar margen de maniobra al presidente Bashar al Asad. «No estamos vacilando, la posición de EEUU es que rechaza cualquier operación en Siria, seamos claros», enfatizó el diplomático.
«Estamos trabajando por un buen final, ya que incluso el pueblo no quiere una solución militar a esta crisis», esgrimió el embajador norteamericano en Damasco, que el pasado lunes abandonó la capital siria como protesta ante el recrudecimiento de la represión.
Asimismo, reiteró su llamamiento al Gobierno para que cese la represión y solicitó al dirigente Al Asad que dimita para que pueda comenzar una transición política hacia la democracia.
Los esfuerzos están siendo focalizados en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU en detener la violencia, una idea que fue promovida por la Liga Árabe. «Lo que es imprescindible es que decidan qué quiere exactamente y cómo pretenden que lidiemos con la coyuntura resultante», afirmó el diplomático.
Además, la organización anunció el cese de relaciones diplomáticas con Siria y pidió la intervención de una fuerza de paz bajo supervisión de Naciones Unidas y de la propia entidad para atajar la represión del régimen sirio, que contraviene el derecho Internacional. De igual modo, «abre completamente sus canales de comunicación» con la oposición y se compromete a prestar «cualquier tipo de ayuda política y material» para respaldar a los críticos del Ejecutivo.
La resolución condena al Gobierno por «violar el derecho Internacional» al emplear la violencia contra los civiles y, finalmente, reitera su llamamiento a que los países árabes impongan sanciones económicas a Damasco.
Esta decisión coincidió con la dimisión del jefe de la misión de observadores, el general sudanés Mustafa Dabi, y la propuesta de que el exministro de Asuntos Exteriores jordano Abdulilá Jatif, encabece la nueva misión.
Más muertes infantiles
Pero, pese a la búsqueda continúa de soluciones por parte de autoridades internacionales, las muertes y la destrucción persisten. Así, un total de 59 niños sirios fallecieron desde el pasado sábado.
No obstante, el balance total de muertos durante el fin de semana asciende a 687, de los que 427 se registraron en Homs a causa de los continuos bombardeos lanzados por el Ejército. En esta misma localidad, situada al oeste del país, 43 menores perdieron la vida.
De acuerdo con el organismo opositor, desde el comienzo de los levantamientos el pasado 15 de marzo, el número de jóvenes muertos a causa de las ofensivas de las Fuerzas de Seguridad del régimen sirio alcanza ya los 532.
A pesar de las víctimas y las numerosas pérdidas materiales, Siria también cuenta con fieles aliados. Así, Irán está ayudando al Ejecutivo sirio a vadear las sanciones económicas impuestas por EEUU y Europa por la represión de las manifestaciones y de los conatos de oposición en el país.
