Hacer de la lectura una necesidad y dejarse atrapar por miles de aventuras. Éstos son sólo dos de los objetivos del taller ‘Letras para soñar, palabras para vivir’, organizado por la Biblioteca Pública de Segovia y diseñado por la periodista y monitora de tiempo libre Ana García Bravo. Durante los meses de marzo, abril, mayo y junio, el centro ofrece a los niños de entre cinco y diez años actividades para el fomento de la lectura en una novedosa propuesta que tiene como objetivo desarrollar actividades culturales y de ocio para dinamizar la actividad de las bibliotecas.
“Queremos enseñar a disfrutar a los niños con la lectura utilizando para ello la dinámica del juego, la cultura y, en definitiva, el aprendizaje”, explicaba en unas declaraciones a la agencia Ical García Bravo, quien precisaba que los talleres implican mucho más. A través de ellos, de los cuentacuentos y de otras propuestas didácticas, los participantes se van familiarizando con el mundo de la creatividad y la literatura y, también, aprenden formas de integración social con otros menores de diferentes razas y etnias, ya que “es un complemento esencial para la educación social y familiar”.
La semana se divide por edades. Los lunes se dedican a los más pequeños, de cinco y seis años; los miércoles, a los menores de entre siete y ocho, mientras que los viernes son los más mayores, de entre nueve y diez, los que participan. Es una propuesta abierta, por las tardes, a la que aún se pueden inscribir en el centro para las próximas fechas.
Además, los martes y jueves por la mañana, la iniciativa de la Biblioteca acoge a grupos escolares de Segovia y su provincia de forma habitual para impartirles una ‘formación de usuario’, “En estas jornadas explicamos las normas y usos de la biblioteca a través de juegos”, asegura García Bravo, tras relatar la importancia de familiarizarse con el centro cultural para disfrutar después de todas sus posibilidades.
“Hay que ayudar a niños y jóvenes a ser buenos lectores, capaces de escoger libros que les interesen y que les parezcan atractivos para que este interés les lleve a continuar leyendo, ya que para estos niños su única fuente de información debería ser la familia, el colegio o la calle, pero lo cierto es que las nuevas tecnologías ganan la partida”, detalla, para lamentar que “no conocen muchos cuentos y la lectura es para ellos un mundo por descubrir”. Por este motivo, insiste, trabaja en incentivar y desarrollar la creatividad de un niño fomentando la animación a la lectura a través de dinámicas del juego”.
Con ojos como platos, los pequeños escuchan a su monitora. A través de sus relatos se sumergen en mundos cargados de aventuras, en historias románticas y en cuentos muy divertidos que, por un momento, les trasladan fuera de Segovia a mundos imaginados. Ni los videojuegos ni la televisión rompen este momento, cargado de cultura y con un claro objetivo, fomentar el hábito de lectura.
