Pese a no tener una fecha concreta aún, la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso para dar explicaciones sobre el caso Bárcenas ya es una realidad. Fue el propio líder del Ejecutivo quien lo anunció ayer, al tiempo que justificó su presencia en la Cámara Baja «a la vista de las dudas» que se hayan podido generar en «muchos» ciudadanos a raíz de este asunto. Así, subrayó que será en sede parlamentaria donde ofrecerá su «versión» tras las revelaciones del extesorero popular y debatirá con los grupos parlamentarios sobre esta cuestión, pero también sobre la situación económica.
El jefe del Gabinete, que anunció su decisión en una rueda de prensa conjunta con su homólogo rumano, Victor Ponta, señaló que el pasado domingo habló con el presidente del Congreso, Jesús Posada, al que comunicó su intención de presentar una solicitud de comparecencia a petición propia para intervenir en el pleno parlamentario de este mes de julio o a principios de agosto con el objetivo de «explicar la situación que vive el país, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista político».
«Considero que es el momento oportuno y adecuado para plantear el futuro de las cosas y lo que va a hacer el Gobierno en los próximos meses», defendió, para remarcar, a continuación, que él comparece «habitualmente» en el Parlamento y responde a preguntas de la oposición. «Sobre este tema, siempre que me han preguntado, he dado respuesta», recalcó.
Según insistió, ahora es el «momento adecuado» para hacer «balance de lo que se ha hecho a lo largo de los últimos tiempos», aclarar «dudas» que «legítimamente» pueden tener «muchísimos ciudadanos» y ofrecer «una explicación sobre algunos de los temas que preocupan al conjunto de la opinión pública».
Además, Rajoy puntualizó que en su decisión no ha influido la moción de censura anunciada por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y, de hecho, señaló que ese instrumento democrático se puede utilizar cada período de sesiones parlamentarias, aunque recordó que él no la utilizó nunca en sus ocho años de oposición.
Al ser cuestionado sobre el supuesto intercambio de mensajes de texto con Bárcenas, incluso después de saber que tenía una fortuna en Suiza, el presidente rehusó entrar en detalles y se limitó a decir que será en el Congreso donde comparecerá para dar «todas las explicaciones». «Creo que es donde debo hacerlo», puntualizó, para añadir que quiere dar su «versión», que «también es necesaria, al conjunto de los ciudadanos».
A la pregunta de cómo piensa el Gobierno recuperar la confianza perdida, el jefe del Ejecutivo señaló que el primer año y medio de legislatura ha sido una etapa «muy dura», porque se encontró con un elevado déficit y desequilibrios económicos que le han llevado a tomar decisiones «difíciles y complejas», «muchas no comprendidas» por los ciudadanos.
Sin embargo, se mostró optimista al asegurar que ya se empiezan a ver «algunos datos positivos en la economía nacional». «Voy a seguir trabajando y defendiendo exclusivamente el interés general de los españoles», aseveró.
Posteriormente, Moncloa informó de que el presidente no tiene intención de convocar una rueda de prensa para hacer balance del curso político como ha venido haciendo hasta ahora, por entender que ese resumen» lo hará en su comparecencia parlamentaria.
Tras conocerse el anuncio de Rajoy, ministros como José Manuel García Margallo y José Manuel Soria mostraron su satisfacción por la próxima comparecencia del presidente. Así, el titular de Exteriores destacó que el jefe del Ejecutivo «ha entendido que tiene que comparecer para explicar lo que está ocurriendo» en el caso Bárcenas y la posible financiación ilegal del Partido Popular, en respuesta a la alerta creada en la opinión pública.
Por su parte, el responsable de Industria, Energía y Turismo aclaró que la decisión del líder popular no tiene nada que ver con el ultimátum de la oposición de presentar una moción de censura.
