Tercera derrota consecutiva del CD La Granja, que sigue sin sumar a domicilio. Los de José Luis Fernández merecieron mejor suerte ante una Cultural Leonesa que demostró ser un equipo con muchas individualidades, pero poco trabajado y carente de oficio. Una vez más la mala fortuna se cebó en los segovianos con un gol encajado al final del primer tiempo.
El partido nació carente de ritmo por parte de ambos equipos. La Cultural no se atrevía a ejercer de local, siempre timorata y pendiente de guardarse las espaldas. La Granja, por su parte, dejaba que los blanquillos tratasen de llevar la batuta sin perder el orden; siempre con la línea de 4 por delante de Yiyo con Saúl y Guy aplicándose en cortar balones y ocupar los espacios dejados por sus compañeros.
A juzgar por el calor imperante y el ritmo cansino de los protagonistas, los menos puestos en la materia podrían pensar que se trataban aún de choque de pretemporada. Ni una sola llegada que llevarse a la boca en los primeros minutos, tampoco un desmarque o un detalle de calidad que rompiese la monotonía. Lo más destacado hasta el ecuador de los primeros cuarenta y cinco minutos fue un remate de cabeza de Saúl que no consiguió inquietar al guardameta David, ayer titular por la lesión del capitán Diego Calzado.
La Cultural confiaba en que los granjeños se vinieran abajo físicamente con el pasar de los minutos mientras que los chicos de José Luis Fernández seguían madurando el partido.
La primera llegada leonesa al área de Yiyo fue bordeada la media hora de juego, en una entrada sin peligro que se encargó de solucionar el experimentado arquero. Lo peor vino a partir de ahí, un infierno condensado en escasos diez minutos. A partir de ahí, se animaron los leoneses a probar fortuna sobre la meta de los granjeños. Primero, con un buen lanzamiento de Álvaro, que se escapó ajustado al palo. Después, con el mazazo cuando el banquillo segoviano pedía la hora para ordenar ideas y recargar esfuerzos en el vestuario. Una buena jugada del berciano Joshua desde la derecha, rompiendo la línea de cal y sirviendo para que el máximo goleador liguero, Murci, perforase la meta de Yiyo.
Demasiado premio para una Cultural timorata, que no exhibió galones en ningún momento. Y, sobre todo, un castigo inmerecido y excesivo para un conjunto peleón, correoso y que no cometió un mínimo error en la primera parte. Solo se echó en falta mayor pegada y más ambición cuando el balón cruzaba la línea medular.
La segunda parte fue dominada totalmente por la Cultural. Tan solo en los primeros minutos pudieron los visitantes gozar de buenas ocasiones gracias a un arreón inicial con más corazón que cabeza. Fueron cinco minutos en los que la Cultural aguantó el temporal para después irse arriba.
Los de León volcaron el campo sobre la meta de Yiyo a partir del minuto 50. Tres buenas ocasiones para finiquitar el partido por parte de un equipo local que jugaba, por momentos, gustándose.
La única ocasión de los de La Granja se convirtió en la más clara del encuentro, y por partida doble. Un error en la marca de Stallone propició la llegada en tromba de Domingo Pérez y Lamas. El primero cabeceó para que David se estirase evitando el empate. El segundo, reventó el esférico contra el guardameta.
Trató el banquillo visitante de dar un último empujón a sus futbolistas dando entrada de forma tardía a sus últimos cartuchos con la inclusión de Álex e Iván Vázquez. Fue un esfuerzo estéril porque la Cultural Leonesa se zafó de las intentonas sin demasiado orden, pero sí con mucho acierto en las zonas donde se deciden los partidos.
Los granjeños se volvieron de vacío, pero dando una excelente imagen de equipo batallador y ordenado que obligó a la Cultural a pedir la hora al colegiado burgalés López Cuesta.
