Como en todos los restantes programas, se incluyeron una serie de motetes de varios autores contemporáneos de Victoria en la primera parte, para llegar a la segunda con una misa que se desarrolla sobre el tema de uno de los motetes, en este caso el «O magnum mysterium» de 1572 y de inspiración netamente navideña. La misa fue escrita veinte años después aunque con total fidelidad a los temas del motete, cosa frecuente en el maestro Victoria, que reelaboraba sus obras continuamente y cuya publicación siempre se llevaba a cabo en las mejores imprentas de Europa y de forma muy
elaborada.
En este caso, pudimos disfrutar, una vez más, de una música que se adapta totalmente al texto que quiere cantar, donde la expresividad está conseguida para destacar la grandiosidad de los hechos narrados, donde la técnica no es un problema y quien se fije en ello está perdiendo la verdad de la obra y donde la polifonía está tan enriquecida, aunque deliberadamente escondida, que la sucesión de los temas nos resultan naturalmente dispuestos.
Pudimos disfrutar de un ejemplar Sanctus-Benedictus entre pasajes homofónicos del Gloria y el Credo y recuerdos del motete primigenio como en el Kyrie.
En la primera parte pudimos escuchar, aparte del motete que da nombre a la Misa, el Hodie Christus Natus est de Palestrina, antecesor de Victoria en el cargo de maestro de capilla de San Apolinario y maestro suyo. La leyenda negra que sujeta Victoria es que solo es un alumno de Palestrina, cuando es el abulense el que inicia el barroco a partir de la polifonía renacentista de su maestro.
También pudimos escuchar un motete de Cristóbal de Morales, Pastores Dicite con otros dos motetes de Victoria a doble coro, ocho voces, Ecce Nunc Benedicite Dominum y Laudate Dominum omnes gentes, en los que pudimos contemplar una lógica arquitectura de voces más compleja, sin detrimento de la disposición de la música a las necesidades del texto.
La afinación del coro fue buena, aunque en este concierto toda la técnica se sacrifique en mantener la grandiosidad y la emoción de los misterios cantados, cosa que se logró al máximo, una alegría interior y una expresividad puesta al servicio de cantar el misterio del nacimiento de Cristo, de que por fin la palabra se hizo carne y la música lo cantó.
Ejemplar ciclo de cuatro conciertos en honor de Tomás Luis de Victoria, el músico español, y castellano por más señas, más interpretado en el mundo, sobre todo por los numerosos coros alemanes y británicos.
Un gran papel de este magnífico Coro de Cámara de Madrid APM dirigido por la segoviana Ana Fenández-Vega.
Intérpretes: Coro de Cámara de Madrid APM Ana Fernández-Vega, directora
Obras de: G. P. da Palestrina, C. de Morales y Tomás Luis de Victoria
Fecha: Sábado 10 de Diciembre de 2011.
Lugar: San Martín
Organiza: Obra Social y Cultural de Caja Segovia.
