Pilar Jurado está viviendo un año repleto de triunfos, en el que está marcando hitos históricos dentro del mundo de la música y eliminando barreras que parecían infranqueables para las artistas. Pero el éxito no la ha alejado de los lugares y de las personas con las que guarda especiales vínculos, y buena prueba de ello es que la que está considerada una de las mejores sopranos del mundo, regresa al Real Sitio de San Ildefonso para abrir mañana día 16 de julio el festival La GranJazz, encuadrado dentro de la programación las Noches Mágicas de la Granja 2011, con el espectáculo Una voz de cine.
¿Qué tiene de especial para usted La Granja, donde lo mismo da el pregón de fiesta, que se se sube al escenario con José Carreras en un concierto benéfico o adelanta la presentación de un disco?
Es un lugar maravilloso y privilegiado por su valor histórico y monumental, pero también por la gente que lo habita y por su Ayuntamiento, encabezado por su alcalde José Luis Vázquez que es una persona que entiende la cultura como un bien social. Formar parte de esta programación para mí es un placer y más en un año tan especial, en el que me están ocurriendo tantas cosas.
¿Cómo presentaría el espectáculo Una voz de cine que ofrece en La Granja y es un anticipo de la grabación que lanzará en octubre?
Está en un lugar a medio camino entre mucha partes de la música, entre diferentes géneros como el jazz, el musical, la ópera y auspiciado por el mundo del cine que es mi segunda pasión en la vida. Hacer mis propias versiones de los temas más gloriosos de la cinematografía mundial es un placer y he tenido la suerte de que los arreglos vienen de la mano de Tony Carmona, uno los grandes productores de este país.
¿Recorre la historia del séptimo arte?
Es un trabajo arriesgado que presentaremos en Madrid y llevaremos por Estados Unidos y Latinoamérica. Hay música del comienzo del cine sonoro y de nuestros días. Es un repertorio fácilmente comprensible por el gran público, porque forma parte de la memoria colectiva y de alguna manera es parte de ellos. Esa parte de ellos que se juntará con mi manera de verla y que se la devolveré de forma sublimada.
¿Cómo está asimilando todos los grandes acontecimientos que está viviendo este año?. Hay que recordar que el día 11 de febrero de 2011 estrenó la ópera encargo del Teatro Real, La página en blanco.
Estrenar tu primera ópera en el Teatro Real y ser la primera mujer que lo hace marca un antes y un después. Es algo tan grande que desborda. Creo que no soy consciente de lo que me está ocurriendo. Yo estoy tan sumergida en tanto, tanto, tanto, trabajo que no me doy cuenta…. Y la verdad es que no quiero ser demasiado consciente, no quiero que estas cosas me paralicen. Tengo muchas ilusiones, sueños y proyectos y la única manera de ponerlos en marcha es con mucho trabajo, porque el talento es necesario e importante, sin él no se avanza, pero ese talento sin esfuerzo y dedicación, sin ilusión, sin disciplina, es infructuoso.
Es una mujer valiente, que va de reto en reto, y una artista polifacética y versátil. ¿Dónde se apoya su seguridad?
Tengo un carácter muy optimista. Donde otros ven dificultades yo solo encuentro cosas a superar. Vivo sin límites porque no tengo la sensación de que existan. Y nunca he permitido que me pusieran límites los demás. Mi base, lo que me sostiene, es mi amor por lo que hago y la felicidad que me produce hacerlo.
¿Saber que es pionera y abre camino a otras artistas le resulta atractivo o una dura responsabilidad?
Entiendo que hay una gran responsabilidad y que no debo defraudar. Sé que es importante pisar fuerte para que el camino quede allanado para los demás. Quedan muchas cosas por normalizar en esta sociedad, pero creo que la mayor normalización viene cuando tu forma de enfrentarte a ellas es con naturalidad, y eso es lo que he intentado.
Para mí lo importante no es que haya sido la primera mujer que haya estrenado en el Real una ópera… lo importante es que ha tenido un éxito de crítica y público y eso no ha ocurrido en este país en mucho tiempo. Hay que hacerlo y hacerlo bien. Las mujeres no tenemos que hacer las cosas porque sí, tenemos que demostrar que las hacemos muy bien, aunque la parte terrible de todo esto es que tenemos que demostrar continuamente cosas que a lo hombres no se les exige.
¿Quiénes son sus artistas de referencia?
No soy mitómana. Lo que sí he hecho es admirar a mucha gente y aprender todo lo bueno que hay en ellos, grandes compositores, intérpretes, filósofos, grandes personas que me han tocado dentro.
¿Como autora, qué opina de la situación que está viviendo la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y de las acusaciones de desvíos de fondos que hay contra sus directivos?
Ante irregularidades o casos de corrupción tienen que actuar los jueces, pero ahora todo está metido en una nebulosa y lo que siento es que vamos a pagar las culpas todos los creadores y las entidades de gestión, que son necesarias. Si todas las acusaciones de corrupción se confirman, será la Justicia la que tendrá que poner las cosas en su sitio, pero espero que también esto sirva para la SGAE se reestructure, se limpie y haga una gestión crsitalina que es la que queremos siga haciendo.
