El pasado día 11 de julio concluyó la cuarta edición del Festival ‘Noches del Real Sitio’ con el concierto ofrecido por el Moscow String Quintet y la orquesta Nueva Generación Musical, dirigidos por Serguei Mesropian.
La actuación tuvo lugar en la plaza de los Dolores de la localidad ya que, al igual que el año pasado, el último día de festival la música de cámara deja de serlo para salir a la calle.
Mientras el sol iba cayendo, J.S. Bach se apoderaba de los últimos aleteos de las aves que suelen poblar el cielo rojo y amarillo de las tardes de verano en La Granja. Cientos de personas se sumergían en el silencio que sólo rompían los violines y chelos de la orquesta.
Después llegaba el turno de P. Sarasate con su ‘Navarra para dos violines y orquesta’.
A continuación se ofreció la música de I. Frelov con su ‘Divertimento para dos violines’ y concluía el primer acto con G. Gershwin, que deleitaba al público con la pieza ‘Prgy and Bess’.
La noche ya se había impuesto cuando la orquesta interpretó la obra titulada ‘Adiós Nonino’, de A. Piazzola, y uno no sabía bien por qué de pronto la garganta se anudaba sobre sí misma; sería la noche, el relente suave del verano o el respeto de tanto público en silencio. Con Manuel de Falla y su ‘Danza española’, el ambiente se distendió. El viaje acabó en Irlanda con una canción irlandesa de esas que aúnan sentidos y almas y hacen bailar a todos aunque permanezcan sentados.
Fue un magnífico broche que cerró el cuarto Festival de las Noches del Real Sitio con la discreción propia de quien participa de la inteligencia, igual que el director de la orquesta.