El presidente ucraniano Petro Poroshenko que la crisis en su país quedará sin resolver quedará sin resolver a menos que sus aliados occidentales le presten ayuda política, económica y militar.
“La cuestión ucraniana quedará sin resolver a menos que los políticos y la gente de Europa, así como el mundo entero, no aporten un sólido apoyo a la independencia de los ucranianos a nivel político, económico y militar”, declaró.
Poroshenko aprovechó su tiempo de palabra en la Conferencia de Seguridad de Múnich para lanzar una encendida petición en la que exhibió pasaportes de color rojo— de soldados rusos— como “la mejor prueba posible” de la presencia rusa en Ucrania.
“Somos una nación independiente y tenemos el derecho de defender a nuestra gente. Durante el curso de la ofensiva hemos demostrado que somos responsables y que no usaremos el equipamiento defensivo del que disponemos con intención de atacar”, anunció.
Putin no quiere guerra
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró que su país no tiene intención de librar una guerra con nadie, en sus primeras declaraciones tras el encuentro de ayer con la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, para resolver el conflicto de Ucrania.
Putin, no obstante, denunció un intento para “perturbar el orden mundial actual”. El presidente ruso, sin entrar en detalles, describió la amenaza de una nueva estructura global “bajo las órdenes de un solo líder incontestable que se cree que es capaz de hacer todo lo que quiera, mientras el resto queda bajo sus órdenes y solo puede actuar de acuerdo con sus intereses”.
