Las fuerzas del régimen sirio han estado lanzado ‘barriles bomba’ casi a diario este año en la ciudad de Alepo y el uso de artillería por parte de los insurgentes ha provocado asimismo numerosas víctimas, lo que se considera como un crimen de guerra por atacar a civiles,según denunciaron ayer investigadores de la ONU.
Tanto el Ejército sirio como los grupos rebeldes, incluido el autoproclamado Estado Islámico, han impuesto asedios con un “efecto devastador”, privando a los residentes de alimentos y medicinas y generando malnutrición y muertes por hambre, precisaron en su último informe.
“La campaña del Gobierno de atacar con artillería y realizar bombardeos aéreos se suma al asedio de zonas y al arresto y desaparición de hombres principalmente en edad de luchar de zonas convulsas en sus puntos de control”, indicó Paulo Pinheiro, presidente de la comisión de investigación de la ONU, ante el Consejo de Derechos Humanos.
“Los bombardeos de zonas habitadas por civiles por parte de grupos armados no estatales —incluidos, pero no solo, Estado Islámico, el Frente al Nusra y Jaysh al Islam— han aterrorizado a hombres, mujeres y niños que viven en las localidades controladas por el Gobierno”, precisó.
Más de 220.000 personas han muerto en los cuatro años de conflicto en Siria, que también ha dejado cuatro millones de refugiados. Este año, los aviones y helicópteros del Gobierno han bombardeado zonas de la provincia de Alepo, en el este, “principalmente con ‘barriles bomba’, casi a diario”, señalaron los expertos independientes. Sus bombardeos en las localidades de Deraa e Idlib también se intensificaron.
“El uso continuado de ‘barriles bomba’ en campañas aéreas contra zonas completas, más que contra objetivos específicos, es una violación del Derecho Internacional Humanitario, como se ha documentado anteriormente, y equivale a un crimen de guerra de atacar contra civiles”, añaden.
Los investigadores, que elaboraron cinco listas confidenciales de presuntos criminales de guerra de todos los bandos, advirtieron: “el recorrido de vuelo de los helicópteros responsables del lanzamiento de ‘barriles bomba’ está siendo documentado”. “Aquellos al mando de las bases y las zonas aéreas donde los helicópteros son cargados y desde donde despegan deben rendir cuentas”, apuntaron.
El embajador sirio, Hussam Eddin Aala, rechazó los resultados de la investigación referente a las prácticas gubernamentales ilegales. Según él, “los terroristas de Estado Islámico han cometido masacres en Palmira y herido a cientos de personas, sin embargo estos crímenes no parecen tener espacio en el informe”, criticó.
