El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, destacó que las operaciones militares contra el grupo yihadista Estado Islámico en Siria y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak “han cambiado el juego regional”. “Ahora hay condiciones nuevas. Pese a que no se trata de un cambio de paradigma, queremos que todo el mundo lea y valore las nuevas condiciones creadas por nuestras operaciones en Irak y Siria y que revisen su posición confirme a las mismas”, afirmó.
“Estoy seguro de que los actores políticos dentro y fuera de Turquía son conscientes de que el 23 y el 24 de julio son dos fases diferentes. Todo el mundo debe ver la presencia de una Turquía que puede usar su fuerza para generar consecuencias que pueden cambiar el juego en Siria, Irak y el resto de la región”, agregó.
Davutoglu se refirió así a los ataques contra el Estado Islámico en el norte de Siria y el PKK en el oeste de Irak en respuesta a los ataques y atentados perpetrados por estos grupos en territorio turco durante la última semana. El 20 de julio, al menos 32 personas murieron en un atentado del grupo yihadista en la localidad de Suruç, mientras que un agente murió en un ataque del PKK contra una patrulla militar.
El 22 de julio, el PKK reclamó la autoría del asesinato de dos agentes, mientras que un día después murió un soldado a causa de disparos efectuados desde Siria por milicianos del Estado Islámico, lo que provocó que Turquía bombardeara sus posiciones, en el primer ataque del país contra territorio sirio. “Fue ese ataque el que desencadenó nuestra respuesta. Se convirtió en un problema existencial para el Estado turco”, explicó Davutoglu, según informa el diario turco ‘Hurriyet’.
Hasta 1.050 personas han sido detenidas en las redadas realizadas en los últimos días en territorio turco por su presunta relación con el grupo yihadista Estado Islámico, con la guerrilla separatista kurda Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el grupo de ultraizquierda Frente-Partido de Liberación Popular Revolucionario (DHKP-C). Entre los detenidos hay entre 50 y 60 ciudadanos extranjeros, según informó el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
Las detenciones comenzaron el viernes en todo el país, tras la muerte de ocho miembros de las fuerzas de seguridad en atentados y ataques perpetrados desde el 20 de julio en cinco provincias del sureste de Turquía, de mayoría kurda. Algunos de estos ataques han sido reivindicados por la guerrilla kurda PKK.
