Las huellas de Santa Teresa llevaban ayer, más que nunca, al convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Segovia, donde las palabras de la mística estaban presentes, vivas de nuevo.
A las doce del mediodía, la música de letras carmelitanas daba la bienvenida a todas las personas que quisieron participar ayer en la lectura ininterrumpida de los textos de Teresa de Jesús, que comenzó con la voz grave e impostada del obispo de Segovia, César Franco, quien leyó la Carta-Prólogo de Fray Luis de León (1588), esa que comienza: “Yo no conocí ni vi a la Madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra, mas ahora que vive en el cielo la conozco y veo casi siempre en dos imágenes vivas que nos dejó de sí, que son sus hijas y sus libros”.
A continuación, por el atril instalado para la ocasión pasaron representantes de las instituciones, como el delegado de la Junta, Javier López-Escobar, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, o Ruth Llorente, jefa del Servicio Territorial de Cultura, entre otros.
Ellos y medio centenar de vecinos de Segovia dieron voz a las palabras de Santa Teresa, compartiendo fragmentos de sus textos más importantes, como el ‘Libro de la Vida’, su obra más autobiográfica, en la que refleja con espontaneidad su personalidad en el relato de su infancia y adolescencia; ‘Camino de Perfección’, ‘Fundaciones’ o ‘Castillo interior’, así como algunas cartas personales y varias de sus poesías.
Testigos de excepción de la iniciativa ‘Cincuenta lectores para Santa Teresa’ fueron las hermanas del convento, que también participaron en la lectura, pero no desde el atril, respetando su clausura, sino que su voz procedía del interior del coro, llenando la iglesia en la que se desarrollaba la lectura.
Alrededor de las siete de la tarde sonaban los últimos textos de la mística y, para terminar, se cantó la letra del poema ‘Nada te turbe’: “Nada te turbe / nada te espante; / todo se pasa, / Dios no se muda; / la paciencia / todo lo alcanza. / Quien a Dios tiene / nada le falta. / Sólo Dios basta”.
