La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León acogió la mañana de ayer un sencillo pero peculiar acto, gracias al cual, el museo segoviano recibió una nueva pieza arqueológica que pasará a formar parte de sus fondos permanentes.
Se trata de una punta de lanza realizada en hierro forjado hallada por un agente medioambiental que se topó con el elemento de forma accidental, en el desarrollo de su trabajo, en el término municipal de Torrecaballeros, concretamente en la falda de ‘Las Cardosillas’.
El delegado territorial agradeció al agente su colaboración en la protección del patrimonio cultural de la provincia al recoger la pieza para su depósito en el Museo de Segovia. Javier López-Escobar entregó la punta de lanza al director del Museo, Santiago Martínez, quien explicó que una vez recibida iban a proceder a realizar los trabajos de documentación y restauración del elemento necesarios para su futura conservación histórica.
El objeto, que presentaba signos claros de oxidación, cuenta con una hoja de sección romboidal en forma de hoja de laurel con nervio central muy marcado, doble filo y enmangue tubular fragmentado para ser enastado posiblemente en astil de madera.
Tipológicamente, dado su tamaño y su forma, correspondería a un arma de asta arrojadiza tipo venablo o jabalina, utilizada bien como armamento de tropa ligera o como utensilio de caza.
Este último uso justificaría su hallazgo en la falda del cerro de ‘Las Cardosillas’, próximo a la localidad de Cabanillas del Monte y testimonio del aprovechamiento cinegético del territorio.
Su hallazgo, aislado, alejado de yacimientos arqueológicos de ocupación, además de su tipología sencilla y funcional, producto de la artesanía local desde época romana hasta el siglo XVIII, dificultan su adscripción cronológica y cultural. Entre otras razones, porque el momento en el que se data coincide con una época en la que se generaliza el armamento de fuego para la caza. Es por ello que el equipo de técnicos tiene aún un largo camino por delante.
