El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, iniciará la próxima semana los contactos bilaterales con los Estados miembros y con las instituciones europeas para analizar las peticiones que el primer ministro británico, David Cameron, entregó ayer a la UE para renegociar la pertenencia de Reino Unido al club comunitario.
No obstante, la Comisión Europea advierte de que considera “altamente problemáticas” algunas de las peticiones planteadas por el ‘premier’ británico.
“Vemos una serie de elementos factibles, algunos asuntos que son difíciles, y otras que son altamente problemáticos, como los relaciones con los derechos fundamentales dentro de nuestro mercado interior”, resumió el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, en alusión a la ambición de Londres de limitar derechos laborales y sociales de los ciudadanos europeos que se trasladan a Reino Unido.
A falta de concluir un “análisis en detalle”, Bruselas considera que ideas como la de reforzar el papel de los parlamentos nacionales en la política europea son “factibles”, y no descarta un acuerdo, aunque ve con dificultad otras exigencias, como el reconocimiento de los países de fuera del euro.
En cualquier caso, Bruselas considera que esta carta “es el principio, no el final” de las negociaciones y se declara “lista para trabajar” en aras de un acuerdo “justo para Gran Bretaña, pero justa también para sus socios”, afirmó Schinas.
Mientras tanto, David Cameron, reclamó ayer un acuerdo “claro, irreversible y legalmente vinculante” para poner fin a la “obligación” del país de “trabajar para una unión aún más cercana”.
“Eso significará que Reino Unido no se verá arrastrado a una unión política contra su voluntad o a cualquier tipo de Estados Unidos de Europa”, indicó, en un discurso en el que desveló el contenido de la carta enviada al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
El primer ministro británico se comprometió a negociar un “mejor acuerdo” con la UE antes del referéndum previsto para finales de 2017, y aprovechó para asegurar que sus reivindicaciones “no son misión imposible”.
Además, recordó que la importancia del referéndum: “Será una elección que se da una vez en cada generación. Un referéndum de todo o nada. Si votamos a favor de salirnos (de la UE), nos saldremos. No habrá otra renegociación ni otro referéndum. Por eso digo a nuestros socios europeos con los que negocio: es nuestra única oportunidad de hacer lo correcto para Reino Unido y la UE”.
