Los amantes de la música clásica que acudieron a Fuentepelayo para ser testigos del concierto que ofreció la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Segovia no salieron defraudados del tercer recital programado dentro de las 18ª Jornadas Musicales que organiza la Asociación «Taller Cultural».
Esta formación de enseñanzas profesionales estuvo magistralmente dirigida por Montserrat de la Cruz. Esta directora segoviana siempre llevó el control de toda la agrupación con firmeza en la medida rítmica y en el «tempo». Ofreció los gestos imprescindibles de cara a la galería y se ensimismó al propio compás que requería cada uno de los temas del repertorio.
En la orquesta en cuestión, los instrumentos de cuerda son los que tienen un mayor peso específico, aunque sin desmerecer a los vientos y la percusión. Cada uno de estos jóvenes músicos supo brillar con luz propia en cada momento, sin quitar el protagonismo al grupo.
Montserrat de la Cruz, que contó con la colaboración de Carlos Alonso en el grupo de violas, diseñó un repertorio con dos conceptos musicales bien distintos.
En la primera parte, la fuerza interpretativa recayó prioritariamente en las cuerdas. Una vez que la orquesta se ganó el respeto y la atención de un público que llenaba las butacas del auditorio municipal, en la segunda parte se otorgó la primacía musical a los instrumentistas de viento y a la percusión. Los treinta componentes de esta orquesta sacaron a relucir sus grandes dotes musicales
Entre aclamaciones del público por el recital, tanto la orquesta como su directora recibieron sendos regalos conmemorativos de los organizadores.
