Las apariencias engañan. Cualquier persona que lea el título de la obra del segoviano Sergio Perela, ‘La perspectiva del lateral derecho’, pensará que se trata de un libro que trata sobre alguna historia relacionada con los entresijos del fútbol, o incluso que aborda la vida de un jugador determinado.
Una historia que nada tiene que ver con el fútbol, pero sí con la sensación que sufre el aficionado poco habilidoso al que el entrenador le designa en ese puesto que no se sabe muy bien cómo ni para dónde ejecutar las decisiones, “los laterales mediocres saben perfectamente que no van a poder llegar al fondo del terreno ni para atacar ni para defender, se pasarán el partido sin rascar bola”, explica Sergio.
Sin embargo, el periodista cuenta la historia de un personaje que está preparando su suicidio debido a varios motivos que le impiden poder seguir adelante. Justo antes de que el personaje principal decidiera quitarse la vida, irrumpe otro individuo al que le pretenden asesinar.
Juntos llegan a la conclusión de cambiarse la ropa y así adoptar uno la personalidad del otro.
El protagonista del libro, que es el que se quería suicidar, encuentra un papel en la chaqueta del sujeto perseguido y decide dirigirse a la dirección que indicaba aquel panfleto. Así arranca la trama que teje la novela.
Sergio Perela no pretende ofrecer una moraleja, pero sí pueden leerse entre sus líneas dos visiones de la vida ante una situación caótica y desesperada.
Por un lado, está la perspectiva de quien, en un momento angustioso, lucha, busca y sale de ese agujero sin fondo que parece no tener fin. Y por el lado contrario, Perela da forma a un personaje que decide esperar a que los acontecimientos surjan para así cambiar el rumbo de su vida.
No se trata de una novela autobiográfica, pero si que forja la realidad de la historia a través ciertas vivencias personales.
Según cuenta Sergio, “no tengo la impresión de tener el talento de un Julio Verne que desde su casa podía ver cosas que luego se hacían realidad. Yo soy diferente, necesito vivir experiencias para luego poder contar las cosas sobre las que voy a escribir”.
En apenas dos meses, Sergio pudo escribir el libro que le supuso un punto de inflexión en su vida. Por aquella época estaba en paro y, con una organización muy metódica, decidió dar forma sobre el papel a las ideas que le rondaban por la cabeza y que no salían de ahí.
Nada más terminar el libro, llamó a su puerta la suerte o la justicia y le ofrecieron un puesto de trabajo que “era impensable hace unos meses”. Se convirtió en jefe de deportes de la radio televisión autonómica asturiana.
Gracias a la satisfacción que le aportó escribir ‘La perspectiva del lateral derecho’, ya tiene en mente volver a coger la pluma y, como él dice, “vomitar las ideas”.