El presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, afirmó que si el Papa Francisco viniera a España en 2015 por el V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, tal como se espera, sería “una visita breve”.
El arzobispo de Valladolid insistió, en su comparecencia ante los medios de comunicación tras conocerse que será nombrado cardenal, que la última conversación con el Pontífice al respecto la mantuvo a finales de noviembre, cuando Francisco mostró su esperanza en visitar Ávila y Alba de Tormes, pero no pudo confirmarlo.
En cualquier caso, Blázquez, natural precisamente de la provincia de Ávila, recordó que el Papa “prefiere las visitas breves”, por lo que de producirse, no sería muy larga.
En cuanto a su futuro nombramiento el próximo 14 de febrero, transmitió su “gratitud” al Papa Francisco por la “confianza de cara al futuro” depositada en su persona y reconoció que se ha puesto a su disposición para “colaborar hondamente” en todo lo que le pida.
En su comparecencia en la capital vallisoletana, aseguró que la decisión del Santo Padre supone un “estímulo” para ejercer su ministerio y la interpretó como una evaluación “satisfactoria” de su labor como obispo.
Blázquez, que insistió en que el anuncio fue una “sorpresa”, reconoció que experimentó “un haz de sentimientos” tras conocer la noticia, sensaciones que “se fueron acumulando y asentando poco a poco”, entre las que se encontraron también “la alegría y la satisfacción”.
Colaborador
Tras admitir que aún no ha tenido ocasión de hablar con el Papa confesó que, a pesar de que ya “algunos medios” lo habían incluido dentro de la lista de nuevos cardenales, no había dado crédito a estas quinielas dado que “todo el mundo tiene mucha imaginación y los periodistas no tienen menos”.
En este sentido, mostró su esperanza en reunirse “pronto” con el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, para conocer más detalles sobre sus nuevas responsabilidades y ponerse a disposición de la Santa Sede.
El arzobispo apuntó que, al margen de participar en una eventual elección papal, la tarea de cardenal implica ser “un colaborador especial” del Pontífice a través de “consultas personales”.
Al hilo de esto, indicó como horizonte más inmediato para la Iglesia Católica la reforma de la Curia promovida por Francisco, algo que se debatirá también en el Consistorio del 12 al 15 de febrero, la misma cita en la que será creado cardenal.
En cuanto a su persona, Blázquez se describió como “un servidor de la Iglesia” y deseó ser recordado como “una persona que intentó hacer el bien”. Reconoció que en los casi 27 años que lleva como prelado en diferentes diócesis ha tenido “momentos de todos los tipos, luminosos, oscuros y grises”.
Además, evitó pronunciarse sobre los motivos para hacerle cardenal, pero sí compartió una conversación mantenida hace cerca de un año en la que el Pontífice se interesó por sus escritos y recordó su paso por la Diócesis de Bilbao, donde trabajó por “la pacificación y la serenidad”.
Blázquez destacó la “sintonía profunda” de la Iglesia española con el Santo Padre, así como su “comunión afectiva” a nivel personal entre el arzobispo y Jorge Mario Bergoglio. “La esperanza que representa el Papa Francisco va más allá de los límites de la Iglesia Católica y de otros credos cristianos, la humanidad contempla al Papa como alguien que puede ayudarla”, dijo.
De esta forma, alabó la “atención a los pobres y los desamparados” defendida por el Pontífice, así como su “trabajo por la paz” en cuestiones donde ha mediado, como el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, o su invitación a rezar en los jardines vaticanos a los líderes de Israel y Palestina. Además, elogió su “forma de vivir”, que a su juicio, “avala sus palabras”.