La Unidad Militar de Emergencias (UME) expresó ayer su intención de incrementar los cauces de colaboración con el Ayuntamiento de Segovia para colaborar en el desarrollo de programas de emergencia y protección del patrimonio que atesora la capital a través de cursos y pruebas prácticas como las que en los dos últimos días se han desarrollado en el II Curso de Protección de Patrimonio que ha tenido lugar en varios lugares emblemáticos de la capital.
La sala García Loygorri de la Academia de Artillería fue el lugar elegido por la UME para exponer ante los responsables del Ayuntamiento de Segovia y del centro de enseñanza militar las conclusiones del trabajo desarrollado durante el curso, que ha contado con la colaboración del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y de instituciones como el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), la Biblioteca Nacional o el Patronato del Alcázar entre otros.
El segundo jefe de la UME, general Francisco Molina, expresó su satisfacción por la colaboración prestada por las autoridades locales para el desarrollo de las prácticas del curso, en el que han participado cerca de una docena de militares pertenecientes a las bases de la UME en Torrejón de Ardoz (Madrid) y Sevilla.
Así, durante el curso se han llevado a cabo simulacros de apuntalamiento de arcos y torres ante un presunto riesgo de movimiento sísmico, asi como de protección de bienes muebles y obras de arte, en colaboración con el Cuerpo de Bomberos de la capital.
Molina señaló la voluntad de mantener la colaboración con el Ayuntamiento y la ciudad no sólo a través de los ejercicios programados en el convenio firmado con el grupo de Ciudades Patrimonio, sino extenderla a programas concretos para Segovia en monumentos como el Alcázar, que anualmente lleva a cabo un simulacro de incendio en el que pone a prueba sus sistemas de seguridad.
