El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó el asalto a un supermercado en la localidad de San Félix, que se saldó con un muerto y 60 detenidos, y advirtió de que habrá “justicia” contra los criminales “que pretendieron provocar saqueos y zozobra”.
“Hoy tuvimos un suceso en San Félix, tenemos 60 detenidos”, afirmó Maduro en referencia a los disturbios en un supermercado Uniferia. El incidente tuvo lugar después de que varios ciudadanos que esperaban en la cola exigiesen tener acceso a productos básicos.
El disturbio acabó con un asalto al supermercado y el fallecimiento de un hombre, identificado como Gustavo Patiñis, que recibió un disparo en el pecho. Varios testigos acusaron a la Guardia Nacional de la muerte, mientras que las autoridades negaron cualquier responsabilidad con lo sucedido.
“Rechazo lo que ha hecho este grupúsculo, va a haber justicia y así me comprometo para que paguen quienes asesinaron a este muchacho trabajador en San Félix”, afirmó Maduro, según informó el Ministerio de Comunicación e Información.
El mandatario anunció que investigará lo sucedido y elogió la labor de los servicios de Inteligencia, que junto a la “cooperación del pueblo” evitó que “la derecha llene el país de violencia”. “Llueva, truene o relampagueé hay elecciones el 6 de diciembre. Con sabotaje o sin sabotaje. Con guerra económica, o sin guerra económica, este pueblo le va a dar a una lección a esta derecha maltrecha”, subrayó Maduro.
Por su parte, el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, aseguró que el saqueo del supermercado fue “completamente planificado e inducido”, argumentando que quien irrumpe en una tienda “porque tiene una necesidad” no va a “entrar armado”. “Estos estaban armados completamente y le dispararon a una persona que estaba atendiendo”, apuntó el gobernador, que vinculó lo ocurrido con el “tiempo electoral” que encara Venezuela, en referencia a las próximas elecciones
Sobre la situación de escasez, Rangel reconoció que Venezuela vive un momento “difícil” atribuible a la caída del petróleo. Sin embargo, defendió que tanto el Gobierno como el sector privado están realizando un “esfuerzo gigantesco” para que “nadie pase hambre”, por lo que considera que “no hay excusas” para irrumpir por la fuerza en un supermercado para desvalijar las existencias.
