Una nueva edición de la popular becerrada de la Asociación de Camareros de Segovia y Provincia, se anuncia para el próximo martes, día 15, a las seis de la tarde en el bicentenario coso taurino segoviano, que acoge un año más, y van noventa, este evento que tiene carácter benéfico al mismo tiempo que encuentro con la alegría del prestigioso gremio hostelero segoviano, divertimento para mayores y pequeños y un cierto grado de torería a cargo de los componentes de cuatro cuadrillas, que son las siguientes: primera cuadrilla: Matador: Eusebio Fernández ‘Niño de Sepúlveda’. Sobresaliente: Eusebio Fernández Poza. Banderilleros: Pepe Mullor ‘Pepe Calendario’, Israel Ortiz ‘Flakito’ y Juan Francisco Rincón ‘Mancheguito’.
Segunda cuadrilla. Matador: Luis Martín ‘El Pita’. Sobresaliente: Félix Martín ‘Barcenilla’. Banderilleros: Luis de Miguel ‘Monín’, Juan Manuel Gómez ‘Kubalita’ y Juan Jesús del Barrio ‘JJ’.
Tercera cuadrilla. Matador: Félix Arévalo ‘El niño del Acueducto’. Sobresaliente: Alberto Arcones ‘Tito’. Banderilleros: Dávid Cámara ‘El Bailarín’, Roberto Fernández ‘El Chirri’ y Miguel Ángel Tejedor ‘El Niño de los Tarines’.
Cuarta cuadrilla. Matador: Juan Alberto Martínez ‘Juan Alberto’. Sobresaliente: Alfredo Tejedor ‘El Tigre’. Banderilleros: Miguel Ángel González ‘Miguelito de Colombia’, Felipe Velasco ‘Medallitas’ y José Luis Matesanz ‘El Flecha’.
El director de lidia será el matador de toros Víctor Barrio; y el despeje de plaza para Marta de Mingo.
la becerrada Nació hacia el año 1923, según documento gráfico en el que se anunciaba aquella primera becerrada en la plaza de toros de Segovia y en la cual, según consta en una fotografía, se ven claramente a tres personajes segovianos altamente conocidos en sus respectivas facetas profesionales: Cándido ‘Mesonero Mayor de Castilla’, Nicomedes García, industrial creador de Anís Castellana y Germán Elías, comerciante, cuyo comercio existe aún en plena calle Real.
Hoy en día, tras algunas vicisitudes, la fiesta de los profesionales segovianos de hostelería prosigue con inclusión de su tradicional y emotiva becerrada. Siempre en el recuerdo la actuación de la cuadrilla Bufa, a la cual se añora y se respeta desde los vínculos del afecto y público reconocimiento a sus momentos de improvisada parodia tan grata para mayores y chicos. Y como no, a tantos y tantos participantes en el festejo taurino que mostraron sus limitadas condiciones taurófilas, pero derrocharon valor y a veces confluyeron dotes y faenas meritorias.
Siempre con el estímulo de los actuantes y buena cogida de familiares, amigos y aficionados, la becerrada de los camareros segovianos tiene por delante larga vida, suerte y salud sobre todo: Que Dios reparta suerte, amigos.
