El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, presentó ante la Fiscalía General del Estado una denuncia contra el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por la posible comisión de los delitos de prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos por su reunión con el exvicepresidente, Rodrigo Rato.
Tras entregarla en la sede de la Fiscalía General, Hernando argumentó que habría interpuesto esta demanda, sin esperar a que se produjera la comparecencia parlamentaria de Fernández Díaz, porque Mariano Rajoy declaró el pasado martes ante los medios de comunicación, que no se esperara “nada” de la comparecencia del ministro en este sentido.
En el texto de la denuncia, el PSOE explicó que la habrían interpuesto porque “a pesar de la existencia de indicios delictivos en la actuación del Sr. Fernández Díaz, no consta que el Ministerio Fiscal haya iniciado haya iniciado ningún tipo de acción”. Por ello, pidieron a la Fiscalía que llamara a declarar al ministro, a Rato y a los funcionarios de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) encargados de la investigación por blanqueo de capitales del exvicepresidente.
En el escrito argumentaron que la reunión del ministro con Rato fue un hecho “anómalos” que habría creado una “alarma social”, algo que el Ministerio intentó resolver con un comunicado que “se ha demostrado falso”, ya que, en cuanto a que la explicación dada en el de que la reunión fue de carácter personal y, por tanto, no sería constitutiva de delito, el PSOE alegó que “parece que una negociación previa sobre el contenido de la reunión casa mal con el carácter personal” de la cita. Asimismo, achacaron a una “mala conciencia” del Ministerio que en dicho comunicado se desvinculase a la UCO del Ministerio de Interior, lo que sería un afirmación “absolutamente falaz”, ya que, “la UCO orgánicamente depende del Ministerio del Interior”.
En declaraciones a los medios a la salida de la Fiscalía, Hernando dijo que el Ministerio y el ministro parecerían estar preparando “una coartada” para explicar la reunión justificándola con las supuestas amenazas al exvicepresidente y a su familia e ironizó diciendo que si “cualquier español se siente amenazado puede pedir una reunión con el ministro y el ministro le recibirá”.
