Ramiro Cerón Jaramillo, el hombre que tenía su semen en la ropa de la niña, negó ayer haber estado en Galicia en 2013 ni conocer a la niña, cuya muerte en circunstancias violentas trata de esclarecer el juicio que se celebra en Santiago desde el pasado martes.
Jaramillo declaró por videoconferencia, al igual que su hermana, su mujer y a continuación uno de los empleados de ‘El Corte Inglés’, donde el individuo que fue detenido el 18 de noviembre de 2013 asegura haber estado el día del crimen de Asunta, el 21 de septiembre de ese año.
Este trabajador, a las preguntas del fiscal, Jorge Fernández de Aránguiz, apuntó que “no” recuerda a Cerón Jaramillo, y que tampoco se acuerda si cumplimentó un tique relativo al traje de novio que este afirma que se llevó el 21 de septiembre, antes de cenar en Madrid. “Hay mucho público y no te acuerdas de las caras salvo que haya algún problema, si no es complicado”, declaró este testigo.
También declaró la amiga de la familia que recogió las cenizas de Asunta “a finales de octubre” de 2013, explicó en el día de ayer, durante su declaración como testigo en los juzgados de Santiago. Indica que lo hizo tras ponerse en contacto con el abogado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, ya que la madre de la niña y su exmarido, Alfonso Basterra, “estaban encarcelados”.
Además, definió como “maravillosa” la relación de Porto con Asunta y dijo que también era “muy buena” con su padre y con su abuelo, del que afirmó no tener “noticia” y desconocer si le dejó bienes a su nieta tras fallecer. Previamente compareció como testigo una vecina de la casa de Montouto, en Teo (A Coruña), donde los investigadores sitúan el crimen de la menor. Esta mujer señaló que ella solo vio a Rosario Porto en su vehículo.
Una amiga de Asunta, que actualmente tiene 14 años, respondió a las preguntas del abogado de la madre que la niña, era “feliz y bromista”. Durante la breve intervención de la menor, que solo fue interrogada por la defensa de Rosario Porto, la acusada de asesinar a su hija adoptiva rompió a llorar. La compañera de Asunta recordó que “un día” la niña le contó, por ‘Whatsapp’, que la habían intentado “matar”. “Pero como era muy bromista pensé que no era en serio”, apuntó.
