Apenas han transcurrido cinco días del recién estrenado 2015 y ya hay motivos para la preocupación por un nuevo brote de vandalismo con actos puntuales que han causado daños de consideración no sólo en el mobiliario urbano sino también en el patrimonio de la ciudad.
En la mañana del domingo, cerca de una decena de calles del recinto amurallado, englobadas en la recién concluida Area de Rehabilitación Integral de Las Canonjías amanecieron sembradas de pintadas, algunas de ellas en edificios singulares de esta histórica zona de la capital. La mayor parte de las pintadas contenían frases insultantes y ofensivas dirigidas a una o varias personas, realizadas con pintura de color azul sensiblemente visible. En declaraciones a una emisora de radio local, la concejala de Tráfico y Seguridad, María José de Andrés, lamentó el triste episodio y aseguró que la Policía Local pondrá en manos del Cuerpo Nacional de Policía la investigación de este hecho de cara a localizar a sus responsables y dirimir su implicación en estos hechos. Además, señaló que las pintadas serán limpiadas a primera hora de la mañana de hoy, ya que la pintura empleada para este lamentable acto vandálico aparentemente podrá ser retirada de las paredes de los edificios sin dificultad.
La madrugada del sábado al domingo deparó otro acto vandálico, centrado en esta ocasión en la quema de dos contenedores de basura ubicados en las calles José Zorrilla y Santo Tomás. Los contenedores ardieron en torno a las 2,30 de la madrugada, y obligó a desplazar hasta el lugar de los hechos a efectivos del Cuerpo de Bomberos y Policía Local, que sofocaron rápidamente las llamas.
Fuentes municipales señalaron que este episodio también será investigado por las fuerzas de seguridad, por si pudiera ser constitutivo de delito. Aunque no han sido oficialmente cuantificados los daños causados por este acto, las mismas fuentes precisaron que el precio de un contenedor supone cerca de 600 euros para las arcas municipales, a lo que hay que añadir los gastos de desplazamiento de bomberos y Policía Local.
