El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció una investigación sobre la Policía de Baltimore para aclarar si sus agentes habrían cometido de forma sistemática violaciones de derechos civiles, en un intento por zanjar cualquier sospecha tras la muerte del joven afroamericano Freddie Gray en este sentido.
La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, solicitó el miércoles al Gobierno federal la apertura de nuevas pesquisas para recuperar la confianza en las fuerzas de seguridad locales en este caso.
Asimismo la fiscal general norteamericana, Loretta Lynch, confirmó ayer que analizarán las prácticas de la Policía local, de tal forma que se pueda determinar si los agentes recurren a una fuerza excesiva, registros ilegales, detenciones irregulares o prácticas discriminatorias en este sentido.
“Si se detectan políticas o prácticas inconstitucionales, promoveremos un proceso judicial para resolver estas cuestiones”, explicó Lynch en una comparecencia pública. El Departamento de Justicia ya promovió una investigación similar sobre la Policía de Ferguson (Misuri) tras la reciente muerte de Michael Brown.
Seis agentes han sido imputados por la muerte de Gray, que sufrió una lesión medular cuando estaba siendo transportado en la parte trasera de un furgón policial. El caso generó una gran una ola de protestas y quejas por los supuestos excesos de la Policía en este sentido.
Así pues Estados Unidos intentará zanjar la polémica sobre la crisis racial que sufren algunas ciudades por los presuntos tratos discriminatorios por parte de las fuerzas de seguridad de algunas ciudades norteamericanas.
