¡Preparado, listo, ya!. El antiguo templo de Santo Domingo, convertido en ‘Centro Santo Domingo’ por obra y gracia de la Fundación Villa de Pedraza, está ya en la cuenta atrás para su inauguración. Aunque todavía no se ha fijado la fecha oficial de su apertura, todo indica que será en el mes de marzo. “Vamos a poner en explotación el Centro Santo Domingo”, afirma, con indudable satisfacción, el presidente de la Fundación, Javier Acebo. Se cumple así un viejo anhelo de la entidad. Casi dos décadas de trabajo han convertido un edificio ruinoso en un gran espacio polivalente que está llamado a convertirse en el nuevo eje de la actividad de Pedraza.
Desde la Fundación impulsora del proyecto se barajó la posibilidad de denominar al complejo ‘Centro Cultural Santo Domingo’, pero finalmente fue eliminada la palabra cultural debido a que “no todas las actividades que se realicen serán relacionadas con la cultura”. La Fundación quiere que el ‘Centro Santo Domingo’ se erija en el centro de la vida de Pedraza y, en ese sentido, su máximo responsable asegura que lo pondrá “a disposición de los industriales” de la villa, de forma que puedan utilizarlo para diferentes actos.
En principio, la Fundación contempla que el ‘Centro Santo Domingo’ pueda acoger reuniones de empresa, conferencias, exposiciones, conciertos musicales, proyección de películas, presentación de productos, bodas civiles, rodaje de películas, ruedas de prensa, actos institucionales… “Esperamos —declara Acebo— que el ‘Centro Santo Domingo’ permita generar sinergias, tuteladas por la Fundación, para desarrollar un foco de actividad en Pedraza”.
La nave central de la antigua iglesia es hoy una sala multiusos, versátil, con capacidad para 350 personas sentadas. La entrada en funcionamiento de ese espacio resulta fundamental para que Pedraza pueda recibir, a partir de ahora, congresos con un elevado número de personas. Hasta ahora, la villa recibía numerosos congresos, sí, pero en su mayoría de bajo número de asistentes, al no existir en Pedraza un espacio cerrado de grandes dimensiones habilitado para albergar a muchas personas.
Pero además, en las dos casas anexas a la antigua iglesia, recientemente rehabilitadas, la Fundación ha creado otro amplio espacio, que podría dar cabida a 150 personas sentadas. Y, para pequeñas reuniones, el edificio incluye una sala para 20 personas.
Acebo se muestra convencido de que el atractivo de Pedraza logrará que, a corto plazo, la Fundación capte clientes. Además, él insiste en que, por las grandes dimensiones del ‘Centro Santo Domingo’ “se pueden compaginar varias actividades en las mismas fechas”. De momento, en la página web de la Fundación, www.pedraza.net, se han colgado fotos del estado actual del ‘Centro Santo Domingo’. Las tarifas del alquiler del espacio no aparecen, pues la Fundación prefiere informar personalmente a quienes se interesen por el uso de la antigua iglesia.
Desde la Fundación se reconoce que, tras la inversión realizada en los últimos años en el ‘Centro Santo Domingo’, “las arcas están exhaustas”, por lo que esperan la pronta recepción de clientes cuyas aportaciones económicas permitan a la entidad afrontar nuevos retos. “El ‘Centro Santo Domingo’ —concluye Acebo— generará actividad económica, y ello contribuirá a potenciar los valores de Pedraza”.
La Cárcel de la Villa recibió 24.000 visitas en 2014
La Cárcel de la Villa, gestionada por la Fundación Villa de Pedraza, recibió en 2014 cerca de 24.000 visitantes. “Hemos tenido más que nunca”, reveló el presidente de la entidad, Javier Acebo, quien quiso resaltar que el monumento, veinte años después de su apertura, en 1994, “sigue atrayendo a un número muy importante de personas”.
El edificio original, del siglo XIII, fue restaurado en el XVI, siendo en esta última centuria cuando se habilitó como cárcel. Desde entonces, permaneció abierta hasta los años 20 del pasado siglo, si bien en su última época únicamente cobijaba a reclusos de paso, y ya no existían carceleros. En Pedraza se suele contar que, en los estertores de su funcionamiento, la Guardia Civil se limitaba a cerrar en ella a los detenidos, entregando a continuación su llave al posadero de la villa, para que llevara las comidas durante el tiempo que los reclusos debieran permanecer en el edificio. La visita permite al turista comprobar las duras condiciones de los presos. Llaman la atención los retretes de caída libre, las celdas de madera y la mazmorra. La Cárcel cuenta con una celda de prevención, para presos que estaban a la espera de ser juzgados, y en la que se puede ver un amplio camastro, con un cepo de pies para inmovilizar a los presos tumbados, y un grillete de cuello. Otra de las curiosidades es contemplar las inscripciones que hicieron quienes por allí pasaron.
