La devoción y el cariño de los segovianos por la Virgen de la Fuencisla va más allá del sentimiento. Muy pocas son las actividades de cualquier índole que consigan reunir en la capital a miles de segovianos de toda condición, y una de ellas es el recibimiento de la imagen de la patrona de Segovia en la Plaza Mayor que preludia el novenario en honor a la Fuencisla. Desde bien entrada la tarde, centenares de personas esperaban en una luminosa pero fría tarde preotoñal la llegada de La Fuencisla en las zonas acotadas por la Policía Local, con el único abrigo de la barandilla del templete de la Plaza Mayor o de las vallas que delimitaban el paso del cortejo procesional. Todo era bien empleado por tributar el recibimiento deseado a la patrona de Segovia, que por unos días abandona su santuario situado en el corazón de las Peñas Grajeras para visitar y recibir a los segovianos que en los próximos diez días asistirán a los actos religiosos y devocionales que se celebrarán en su honor en la Catedral.
La crónica del sentimiento comenzó horas antes en el santuario, donde las camareras de la virgen se esmeraban en vestir la hermosa talla que representa a La Fuencisla con un bello traje realizado en blanco perla bordado en oro con motivos marianos donado en su momento por la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla.
El mimo y el celo de las camareras por vestir a la virgen con todo detalle -incluyendo la Medalla de Oro de la Ciudad prendida en el manto- era muy similar al de los cofrades que preparaban la carroza en la que fue llevada a su destino. A las seis de la tarde, la puerta lateral del santuario se abría para iniciar el recorrido procesional de La Fuencisla hasta la Catedral, acompañada por los «Jóvenes de Honor» de la Cofradía flanqueando la carroza con sus varales y seguida por decenas de cofrades. Un recorrido lento, pausado, que permitió momentos de recogimiento y oración en la hermosa ruta que separa el Santuario de la Catedral.
Con unos minutos de retraso sobre el horario inicialmente establecido, la imagen de la Virgen de la Fuencisla entraba en la Plaza Mayor a los sones de la «Marcha de los Reyes Católicos» interpretada por los dulzaineros del Grupo de Danzas «La Esteva»; que hace casi cien años se interpretó en la coronación canónica de La Fuencisla que tuvo lugar en la misma plaza en 1916.
Frente a la Casa Consistorial, una sección de alumnos de tercer curso de la Enseñanza Militar de Grado Básico de la Academia de Artillería cumplimentaba a la Virgen a su llegada, mientras que junto a los soportales, la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente y la alcaldesa de Segovia Clara Luquero encabezaban la amplia representación de autoridades civiles y militares que asistieron al acto.
La imagen fue recibida por el Cabildo Catedralicio, cuyo deán Angel García Rivilla inciensó la carroza en señal de respeto y bendición en presencia del obispo de Segovia César Franco Martínez. Posteriormente, el grupo «La Esteva» interpretó una jota tradicional bailada ante la carroza para dar paso al último tramo del recorrido que introdujo la carroza en la Catedral.
En el altar mayor, cientos de segovianos recibieron con aplausos y tímidos vítores la llegada de la Virgen, que fue saludada con una emotiva oración por el obispo de Segovia. En la oración, el prelado segoviano pidió la intercesión de la virgen hacia los segovianos durante el novenario, y de manera especial, tuvo un recuerdo para los refugiados de países en guerra y conflicto, para quienes pidió la solidaridad de todos en estos difíciles momentos. Además, animó a los segovianos a escuchar «con hambre» la palabra de Dios durante el novenario, y pidió a la virgen para que los cristianos «no se conformen con prácticas monótonas y superficiales, sino que sean testigos valientes del Evangelio».
