El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró durante el día de ayer que las víctimas del terrorismo ocupan un “lugar insustituible” en sus “pensamientos” y en su “acción política”, y recalcó que quiere que estén presentes en la vida pública para forjar “el relato de una España constitucional” capaz de derrotar “con la ley” al terrorismo y a sus cómplices.
Así se pronunció durante la entrega a título póstumo de la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional a la fundadora de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ana María Vidal.Abarca, un acto en el que su hija Ana Velasco criticó la presencia de Bildu en las instituciones, las excarcelaciones de miembros de ETA tras “ridículos cumplimientos de condena” y las “vulneraciones” de la ley causadas por la «pura debilidad política”, añadió.
A este homenaje que celebró en el Complejo de la Moncloa asistieron también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros Jorge Fernández Díaz (Interior) y Alfonso Alonso (Sanidad). También acudieron la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, la actual presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, la presidenta de la fundación Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar, y numerosos familiares de la fallecida Ana María Vidal-Abarca.
Velasco afirmó que en los últimos tiempos su madre confesaba estar “triste” ante el hecho de que se hubiese “tolerado” dicha presencia institucional de partidos en alusión a Bildu, cuya ideología “se sustenta en la justificación indisimulada de la maldad absoluta que representa el terrorismo, por mucho que sus Estatutos digan otra cosa, y en la voluntad de destrucción de la patria común e indisoluble”.
También dijo que Ana María Vidal-Abarca estaba “inquieta” por “las opacidades” y por “las cesiones”. “Estaba dolorida por las excarcelaciones tras ridículos cumplimientos de condena de los más atroces asesinos en serie y preocupada por los casi 400 asesinatos cometidos por ETA aún sin resolver”, aseveró.
Asimismo, Ana Velasco censuró las “vulneraciones” de la ley que se han producido y que, a su entender, fueron “causadas por pura debilidad política y por la falta de fe en la superioridad moral de la democracia española”. Según añadió, a su madre le preocupaba el “olvido colectivo”, la “indiferencia” y la “dejación en la obligación moral de asentar con claridad ante la sociedad y para la historia la verdad de la brutal persecución política padecida por los nacionalistas en el País Vasco”.
Tras estos reproches, el jefe del Ejecutivo tomó la palabra y justificó este acto de homenaje a Ana María Vidal-Abarca, una mujer con una vida “ejemplar”. La preocupación de las víctimas ante la nueva realidad es una constante.