Las salas de las Caballerizas del Torreón de Lozoya acogen desde ayer y hasta el próximo 25 de abril la exposición ‘Mundos sumergidos’, en la que Jesús Santos reúne mas de medio centenar de obras recientes, pintadas entre 2008 y este mismo año, y en las que su tradicional interés por la figura humana se ve complementada con otros motivos temáticos.
El artista explicaba ayer, minutos antes de la inauguración, que ese título, ‘Mundos sumergidos’, que sale del texto que Moncho Alpuente ha realizado para el catálogo, “alude a como del fondo de colores que creo en los cuadros salen las figuras humanas, el bodegón, las flores… como emergen de esos mundos sumergidos”.
Centrado durante años en el estudio y el reflejo de la figura humana, el artista señalaba que actualmente está utilizando también otro tipo de motivos, como bodegones y escenas de interiores o exteriores. “Cuando llevas veinte años pintando, hay cosas que ya te resultan muy sencillas, y empiezas a experimentar con otro tipo de motivos”, aclara.
Fundamentalmente autodidacta, aunque ha cursado estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, asegura que “tomo lo que me parece de todas partes, pero si tuviera que identificarme con un movimiento, sería con el expresionismo, sobre todo por sus colores”. Sin embargo, la crítica ha señalado en su trabajo reminiscencias del fauvismo, el cubismo o la pintura ingenua, entre otras vanguardias de comienzos del siglo XX.
En la presentación de la muestra, el escritor Moncho Alpuente ha afirmado que “desde sus primeros contactos con la pintura, Jesús Santos ha impregnado su obra de una visión muy personal, de un estilo que le define y diferencia, de una forma de ver, y de hacer, que destila modelos y referencias universales y que transcurre a través de los géneros y los tiempos, los soportes y las modas con una impronta original. El bodegón, el paisaje o el desnudo adquieren en su paleta características propias, tonos y modos, trazos y matices inconfundibles y, al mismo tiempo, entroncados con una tradición figurativa a la que no renuncia para experimentar en el vacío”.
