Amnistía Internacional acusó a las fuerzas del régimen sirio de estar cometiendo crímenes de guerra y contra la Humanidad en Alepo por el lanzamiento de barriles bomba, unos artefactos que siembran “el terror y la muerte” y obligan a los civiles a “vivir bajo tierra”.
“El terror enloquecedor y el insoportable sufrimiento han abocado a muchos civiles en Alepo a llevar existencia subterránea para escapar del bombardeo aéreo constante con el que las fuerzas del gobierno castigan las zonas en poder de la oposición”, afirmó Amnistía en un informe que se hizo público ayer.
Bajo el título ‘Muerte en todas partes: Crímenes de guerra y abusos cometidos en Alepo’, el informe de AI detalla “los horribles crímenes de guerra y otros abusos” cometidos “a diario” en la ciudad de Alepo por las fuerzas del régimen que preside Bashar al Assad y concluye que algunas de las operaciones de las fuerzas gubernamentales constituyen “crímenes contra la Humanidad”.
El documento, según informa AI, expone una imagen “especialmente perturbadora de la devastación y las matanzas que han causado las bombas de barril —cargadas de explosivos y metralla— lanzadas por las fuerzas del gobierno contra escuelas, hospitales, mezquitas y mercados abarrotados”. “Muchos hospitales y escuelas han buscado refugio en sótanos o búnkeres subterráneos”, señaló la ONG.
“El sinnúmero de atrocidades, especialmente el bombardeo incesante y despiadado al que las fuerzas del Gobierno someten a las zonas donde vive la población civil, han hecho que la vida para los civiles de Alepo sea cada vez más insoportable”, afirmaron.
“Al atacar de forma incesante y deliberada a la población civil, el Gobierno sirio parece haber adoptado una cruel política de castigo colectivo contra la población civil de Alepo”, subrayó el responsable de Amnistía Internacional.
La ONG denunció que los barriles bomba han matado a “más de 3.000 civiles” en la región de Alepo en 2014 y a “más de 11.000 en toda Siria desde 2012”. “El mes pasado, activistas locales denunciaron al menos 85 ataques con bombas de barril en Alepo que mataron como mínimo a 110 civiles. Sin embargo, el gobierno sirio no ha reconocido ni una sola víctima civil a causa de estos ataques, y el presidente Bachar el Asad, en declaraciones a los medios de comunicación en febrero de 2015, negó categóricamente que sus fuerzas hubieran utilizado este tipo de armamento”, afirmó además.
Los supervivientes de los ocho ataques con barriles bombas de barril que se documentan en el informe de Amnistía narran “la espeluznante carnicería” que presenciaron tras las explosiones, unas escenas que, según la ONG, dejan claro el verdadero horror de estos ataques.
“Había niños sin cabeza y pedazos de cuerpos por todas partes. Es como uno se imagina el infierno”, relató un operario de una fábrica local describiendo el panorama que presenció tras el ataque contra el barrio de Al Fardous.
