Amnistía Internacional denunció ayer que existen “abrumadores indicios” de que se están perpetrando crímenes de guerra, como torturas y homicidios de presos por parte de las dos partes enfrentadas en el conflicto en el este de Ucrania: las tropas gubernamentales y los separatistas prorrrusos.
En su informe ‘Rompiendo cuerpos: tortura y asesinatos sumarios en el este de Ucrania’, la ONG expone pruebas incontestables de malos tratos frecuentes y generalizados a presos a manos de un amplio abanico de captores de las dos partes del conflicto.
Según explicó en un comunicado, antiguos presos denunciaron haber sido sometidos a palizas hasta que les rompían un hueso, torturas con descargas eléctricas, puntapiés, puñaladas, ser colgados del techo, privación de sueño durante días, amenazas de muerte, denegación de atención médica y simulacros de ejecución.
“En las sombras del conflicto que aún arde en el este de Ucrania, nuestra investigación en el terreno demuestra que los relatos de torturas de detenidos son tan habituales como impactantes”, señaló el director del Programa para Europa y Asia Central de AI, John Dalhuisen.
“Más de 30 ex presos de ambas partes nos ofrecieron testimonios coherentes y desgarradores de los malos tratos infligidos por sus captores”, añadió. “Presos de las dos partes han sufrido palizas y simulacros de ejecución. También hemos documentado homicidios sumarios de personas bajo custodia de grupos separatistas”, precisó.
En este sentido, Dalhuisen advirtió de que “torturar o matar deliberadamente a cautivos aprehendidos durante el conflicto es un crimen de guerra”.
Ambos bandos
“Tanto las fuerzas pro Kiev como las separatistas deben poner fin a estos crímenes y asegurarse de que todos los combatientes controlados por ellas conocen las consecuencias, en virtud del Derecho Internacional, de maltratar a presos en un conflicto armado”, reclamó Dalhuisen.
Asimismo, el responsable de AI solicitó a las autoridades ucranianas “investigar todas las denuncias de crímenes de guerra y otros abusos, abrir expedientes y reunir pruebas de abusos cometidos por fuerzas separatistas, y hacer comparecer ante la justicia a todos los responsables de perpetrar tan abyectos actos”.
De los 33 antiguos presos que fueron entrevistados por Amnistía Internacional, 32 describieron palizas brutales u otro tipo de malos tratos graves infligidos tanto por grupos separatistas como favorables a Kiev por igual. Todos ellos estuvieron cautivos entre julio de 2014 y abril de 2015, y la organización realizó la mayoría de estas entrevistas en marzo, abril y mayo del presente año.
