Alfonso Castro pinta desde siempre. “Y toda la vida he empleado la acuarela”, asegura el artista segoviano. Las 55 obras expuestas en su muestra “Acuarelas”, que se puede disfrutar desde hoy hasta el 7 de agosto en el Torreón de Lozoya, son un buen testimonio de ello. “Hay acuarelistas que emplean poco color, para que el trabajo no se ensucie. Pero en mi caso, aunque empecé con aguadas en blanco y negro, con el tiempo aprendí todos los posibles matices de la gama cromática. Y me apasionan. Por eso yo utilizo mucho color, aunque suponga más problemas”.
Castro no es un artista novel en el Torreón. Con su anterior exposición en esta sala, vendió toda la obra en tres días. “Además, a uno le gusta ser profeta en su tierra” afirma sonriendo. Se declara poco amigo de concursos de pintura en los que reina el nepotismo, y ha combinado durante años su profesión de pintor con su carrera militar. Jubilado ya de la segunda, se dedica plenamente al arte en la ciudad que le vio nacer, después de pasar una vida viajando.
Los numerosos destinos del militar han influido profundamente en el artista. Además de toda una sala dedicada a la ciudad de Segovia, Alfonso Castro ha pintado paisajes de Asturias, Andalucía, Marruecos, Venecia, o del resto de Castilla. “Cada lugar tiene algo especial que me llama la atención. Por ejemplo, en Asturias hay unos paisajes fascinantes y además unos verdes increíbles, muy difíciles de captar con acuarela. Pero a mí me gustan los retos”.
Cuando se le pregunta sobre su ciudad, el pintor segoviano afirma que “la luz es verdaderamente especial”. Cuenta que la técnica de la acuarela no permite errores, y como hay que pensar tanto cada pincelada, existe detrás de cada cuadro un largo trabajo de reflexión antes de empezar a pintar. “Hago infinidad de fotos y bocetos, hay que localizar un enclave y después espiar la luz en diferentes momentos del día”. Eso es lo que ha hecho con rincones como el mirador de La Canaleta o la Plaza de las Sirenas.
Además de las ciudades donde ha vivido, en la obra de Castro han influido, como no, dos célebres acuarelistas: Julio Visconti y Ceferino Olivé. “Mi ambición es revalorizar esta técnica” concluye, confirmando su actitud inependiente.
La exposición puede visitarse hasta el 7 de agosto de martes a viernes de 18.00 a 21.00 horas y sábados y festivos también de 12.00 a 14.00 horas.
