Orinar en la vía pública, realizar un grafito en la fachada de un edificio o monumento, destrozar una papelera o contenedor o depositar residuos en la calle. Son todas conductas incívicas, según contempla la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, como lo son también tender ropa en balcones y ventanas con vistas a la calle, realizar aprobaciones con monopatines o bicicletas en la vía pública y hasta acosar a los viandantes, bajo la apariencia de practicar la mendicidad.
Aunque la normativa incluye una larga lista de conductas ‘incívicas’, la que acapara el ranking es una, y con diferencia, la de realizar necesidades fisiológicas en la vía pública, en concreto orinar, que supone más de la mitad de todas las sanciones que impone la Policía Local a lo largo del año al amparo de la Ordenanza de Convivencia. El dato fue facilitado la semana pasada por la concejala de Tráfico, Movilidad y Policía Local, María José de Andrés, en conferencia de prensa sobre el balance de su departamento. En aplicación de la Ordenanza, la Policía Local abrió un total de 113 expedientes por conductas ‘incívicas’ y el 51% se correspondían con ciudadanos, jóvenes en su inmensa mayoría, sorprendidos por los agentes mientras orinaban en la calle.
La Ordenanza de Convivencia, vigente desde octubre de 2006, aunque modificada en 2011 para dotarla de más flexibilidad, prohíbe, de forma taxativa, hacer necesidades fisiológicas, como defecar, orinar o escupir en la vía pública. Esta conducta es tipificada como infracción leve y está sancionada con una multa de 120 a 750 euros. Ahora bien, cuando se realiza en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentada por menores o en monumentos la multa puede llegar a los 1.500 euros.
La estadística indica que el 10% de los expedientes se corresponden con actos de vandalismo, como destrozos del mobiliario urbanos, mientras que un 4,5% de las sanciones se relacionan con el abandono de residuos en la vía pública, que suponen multas de entre 100 a 750 euros.
De Andrés sostiene el 95% de los infractores identificados por la Policía Local cumplen la correspondiente sanción. El 91% de todos los expedientes se relacionan con infracciones leves y, en este sentido, los infractores suelen pedir la condonación de la multa a cambio de realizar acciones formativas o trabajos sociales al servicio de la comunidad. La concejala recuerda que aunque la Ordenanza establece un duro régimen sancionador, con multas que van desde los 100 a los 3.000 euros, en función del acto incívico cometido, también deja abierta la posibilidad de conmutar la sanción económica por trabajos sociales en el caso de las infracciones leves. En este sentido, un total de 17 personas se acogieron el pasado año a esta alternativa y así, entre otras tareas, colaboraron en la Semana de Movilidad o en el Parque de Tráfico, en el servicio de Parques y Jardines o realizando un cursillo de formación.
En todo caso, el número de expedientes abiertos por actos ‘incívicos” ha disminuido de forma apreciable; pasando de los 198 de 2013 a los 113 del pasado año. La estadística también indica que siete de cada diez detenidos por actos incívicos ‘pagan’ con trabajos sociales y que una mayoría de los infractores son menores de edad.
La concejala explica que la mayoría de los padres prefieren que los adolescentes presten servicios a la comunidad para subsanar su error. Y no es, de acuerdo con la concejala, por el desembolso económico, sino porque los progenitores entienden que el trabajo social permite a los jóvenes reflexionar y cambiar de actitud.
Para profundizar en las tareas preventivas, la Concejalía puso en marcha el pasado año el programa “Convive tu ciudad” que se desarrolló, como experiencia piloto, en el colegio Villalpando. Este programa educativo, que cuenta con la colaboración de la Dirección Provincial de Educación, pretende que los niños y adolescentes sean conscientes del uso correcto de los espacios públicos y del mobiliario urbano. Para el año 2015 se extenderá a un total de cinco colegios y, de hecho, el pasado 12 de febrero ya desarrolló una actividad, con presencia de la propia alcaldesa, Clara Luquero, en el CEIP Eresma. En la actividad denominada “Dinámica de Roles”, los alumnos de sexto de Primaria, convertidos en actores, representaron situaciones de conflicto derivadas de la convivencia cotidiana.
El enfado de unos ancianos a los que golpea la pelota de unos niños jugando, la actuación de un grafitero o de unos jóvenes que se retan a orinar en la vía publica, fueron escenas representadas con mucho humor por los escolares ante la alcaldesa y analizadas después con los agentes de Policía Local.
El 10% se relacionan con actos vandálicos
El 10% de los 113 expedientes abiertos por la Policía Local por ‘actos incívicos’ se relacionan con vandalismo y, en concreto, por destrozos del mobiliario urbano, como bancos, farolas o papeleras, según el dato facilitado por la concejala María José de Andrés.
Este tipo de agresiones se sancionan con multas que van desde los 100 euros hasta los 3.000 euros. Las sanciones más duras se corresponden con conductas vandálicas, agresivas o negligentes en el uso del mobiliario urbano que generan situaciones de riesgo para la salud. Así, por ejemplo, la quema de un contenedor de basura puede acarrear una sanción económica de hasta 3.000 euros. Si se trata de un grafito o pintada, los infractores se arriesgan a una sanción entre los 120 euros y los 3.000 euros, en este casi se realizan sobre monumentos histórico-artísticos, o edificios catalogados protegidos.
